Una de las películas más esperadas del último tiempo por los fanáticos de los autos es “Ferrari”. El filme de Michael Mann protagonizado por Adam Driver, Penélope Cruz y Shailene Woodley contará la historia del fundador de la marca, los problemas que enfrentó y la importancia de la Mille Miglia en su devenir. La cinta está basada en el libro Enzo Ferrari: The man and the machine, escrito por periodista Brock Yates en 1990, dos años después de la muerte de Enzo Ferrari.
Atendiendo a la relevancia de esa carrera, se realizó en la ciudad italiana de Brescia el pre-estreno oficial, jornada a la que llegó Patrick Dempsey con toda su familia. En el lugar también se tuvo la presencia de un Ferrari 750 Monza Spider Scaglietti de 1955, un auto original y certificado en el Registro 1000 Miglia y que sigue compitiendo en la carrera.
Pero la fiesta que significó exhibir la película no tuvo la acogida esperada entre los críticos y según escribió el sitio Motorsport.com, “El Ferrari de Michael Mann emociona, aburre y confunde a partes iguales, dejando una pregunta persistente imposible de despejar: ¿fue buena?”.
Según el medio, que tuvo acceso a ver el filme de 131 minutos, hay cosas buenas y otras bastante malas.
Entre lo positivo que menciona, están las actuaciones Adam Driver que brilla en la interpretación de Il Commendatore, lo mismo que Penélope Cruz como Laura, la esposa amargada de Enzo Ferrari.
Otro aspecto bueno fue el sonido de cuando los autos están en pista.
Por el contrario, lo que no agradó al crítico fue el resultado de las imágenes creadas por computador (CGI) utilizado en los dos grandes accidentes de la película. En esto no se duda al adjetivar y el especialista cinematográfico dice que “es espantoso”.
Tal como se lee en la crítica, “en el primer caso, parece que un cómico juguete de peluche ha salido despedido del auto en lugar de una persona. Esto te saca de lo que se supone que es un momento increíblemente impactante y casi hace que este escritor se ría de la espantosa calidad”.
“En la segunda, aunque el incidente en sí tiene un gran valor de conmoción por la muerte de nueve espectadores, entre ellos cinco niños, el CGI no consigue transmitir la emoción esperada”, precisa sobre el segundo accidente.
Otros aspectos que no agradaron fue cuando se pasa a las escenas fuera de carrera. “Cuando no está en la pista, el ritmo también decae a menudo, con un notable plano de Cruz mirando en silencio a media distancia que dura mucho más de lo necesario. Las conversaciones entre los protagonistas nunca dejan de hacer avanzar la historia y, como ya se ha dicho, aunque la interpretación es de primera, podría haberse condensado mucho”, dice.
En conclusión, una primera crítica bastante dura, pero que abre más el deseo por poder ver el resultado de uno de los personajes más importantes del siglo XX en la industria automotriz.