Toyota es una verdadera experta en el campo del hidrógeno. La firma japonesa comercializa ya la segunda generación del Mirai, un sedán de alta gama propulsado por pila de combustible. Tecnología que hoy equipa un prototipo de su pick-up Hilux.

La Toyota Hilux FCEV respeta el espacio de carga de esta camioneta, alojando la pila de combustible bajo el capó, los tres tanques de hidrógeno a 700 bares bajo el habitáculo, el motor eléctrico en el eje posterior y la batería tras las plazas traseras.

Detrás de este proyecto se encuentra la filial Toyota Motor Manufacturing UK (TMMUK), la cual se unió al programa de desarrollo de nuevas soluciones de movilidad promovido por el Centro de propulsión avanzada (APC) de Gran Bretaña, para explorar nuevas vías sobre el uso de hidrógeno en el transporte.

Así, la firma nipona confirmó que producirá una pequeña serie de unidades en 2023, en su fábrica británica de Burnaston. El objetivo es llevar a cabo una prueba piloto para evaluar las posibilidades de un mercado que no ha sido explorado todavía por ningún otro fabricante, el de las pick-up eléctricos con tecnología FCEV.