Un nuevo estudio del Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS) realizó una encuesta a los propietarios de vehículos que equipan prevención de colisiones frontales, detección de puntos ciegos o cámaras de retroceso. En este selecto grupo, se informó que al menos uno de estos sistemas que han sido reparados por algún motivo, la mitad afirmó que tuvo problemas con las funciones después que se completó el trabajo.

Las tecnologías en los vehículos avanzan a pasos agigantados, muchas de ellas han facilitado la seguridad y conducción evitando en gran parte los accidentes de tránsito. Si bien, es un avance por otro lado ha traído problemas que muchos usuarios han reportado y así lo informó este nuevo estudio.

“La mayoría de los más de 3000 propietarios con los que nos comunicamos dijeron que nunca habían necesitado reparar sus funciones para evitar choques, pero para la minoría de propietarios que lo hicieron, los problemas no siempre se resolvieron fácilmente”, dijo Alexandra Mueller, científica investigadora principal del IIHS, quien diseñó la encuesta. “Muchos tuvieron problemas con la tecnología después, y algunos dijeron que tenían que reparar la misma característica más de una vez. Aún así, la gran mayoría dijo que volvería a comprar un vehículo equipado con la tecnología y la mayoría estaba satisfecha con el costo de desembolso”.

Las respuestas de los encuestados abre un nuevo debate pero que al parecer es sencillo de cerrar, puesto que por un lado demuestran su preocupación al momento de resolver sus respectivas fallas ya sea por un accidente que tuvieron o por otros motivos pero igualmente les sigue dando una mayor seguridad y volverían a comprar un vehículo equipado con estos elementos.

Muchos de los vehículos en la actualidad ya cuentan con estos sistemas, los cuales han demostrado su eficacia, es más, un estudio de esta misma compañía afirmó que el frenado automático de emergencia reduce los choques traseros en un 50%.

En este nuevo estudio el IIHS encuestó a casi 500 conductores y se basó en la experiencia que han tenido recientemente luego de las reparaciones de sus cámaras de prevención de colisiones frontales, detección de puntos ciegos o asistencia al conductor. El resultado señaló que algunos propietarios han tenido que reparar más de una de estas características, ya sea por separado o como parte del mismo trabajo y alrededor del 40% eran vehículos del 2019 o más nuevos.

Un elemento que fue común es el reemplazó o reparó del parabrisas, esto se debe a que se hace necesario calibrar los sensores y cámaras para evitar choques, de hecho, los fabricantes de automóviles afirman que los sistemas se deben calibrar cada vez que se retira o reemplaza o reinstala un sensor.

“Se ha demostrado que estas tecnologías reducen los accidentes y las lesiones relacionadas”, dijo Mueller. “Nuestro objetivo es que continúen brindando esos beneficios después de las reparaciones y que los propietarios estén seguros de que están funcionando correctamente”.