Hace unos días LG anunció el fin de su división de smartphones. El fabricante surcoreano no hará más teléfonos inteligentes, en lugar de ello, reforzará su papel como proveedor de la industria de los autos eléctricos, la inteligencia artificial y la robótica.
La compañía asiática comunicó que invertirá más de US$4.500 millones en Estados Unidos en LG Energy Solution, su división de baterías para vehículos eléctricos y mayor productor a nivel mundial.
LG aseguró que esta inversión creará más de 10.000 nuevos empleos y que seleccionará ubicaciones para dos plantas de baterías en la primera mitad de este año.
Asimismo, está en conversaciones con General Motors para construir una segunda planta junto al gigante automotriz en Estados Unidos.
“La decisión estratégica de LG de salir del increíblemente competitivo sector de la telefonía móvil permitirá a la empresa concentrar recursos en áreas de crecimiento como componentes de vehículos eléctricos, dispositivos conectados, hogares inteligentes, robótica e inteligencia artificial, así como otras plataformas y servicios”, señaló el gigante asiático en un comunicado.
La estrategia tiene sentido, pues además de ser uno de los mayores fabricantes de baterías de iones de litio del mundo, construye pantallas para automóviles, cámaras y otros componentes en pos del automóvil conectado.
Así que ya hay un competidor tecnológico más en la carrera por el auto eléctrico, donde hoy también se inscriben Apple, Xiaomi y Foxconn.