Listos para la velocidad warp
A estas alturas hablar de 5G genera más dudas que certezas entre quienes no están acostumbrados a debatir de tecnología. Si bien puede parecer que con la llegada de este nuevo estándar de conectividad por fin estaremos en “el futuro”, lo cierto es que será mucho más sencillo de lo que esperábamos. Mayor velocidad, facilidad para interconectar dispositivos y un nuevo mundo en conectividad inalámbrica…, el 5G es el combustible para una nueva revolución tecnológica que ya inicia en todo el mundo.
Con la masificación de las conexiones a internet y la expansión de los teléfonos celulares, la forma en que las personas se comunicaban cambió para siempre.
Si hasta hace algunos años nos daba tendinitis mandar un mensaje de texto apretando repetidamente los botones de nuestro celular plegable, hoy las cosas son mucho más fáciles al enviar un WhatsApp con la pantalla táctil del smartphone, pero los avances no se detendrán ahí.
Hace unos 20 años estábamos preocupados más que nada de la forma de comunicación, algo que ahora dio paso a un ansia colectiva por tener mayor velocidad… para hablar por videollamadas, para descargar o ver contenido en línea, para conectar la aspiradora y las luces automáticas con el asistente con inteligencia artificial que tenemos en la casa y que podemos manejar desde el celular.
¿Parece sacado de los Supersónicos, cierto?
Claro que esta realidad no es masiva, pero sí muy cercana a lo que podremos ver en los próximos años. Y es que en Ericsson, principales promotores a nivel global de la red 5G, aseguran que para 2025 las suscripciones a esta nueva tecnología móvil alcanzarán los 2.800 millones.
Incluso, pese a la pandemia del Covid-19 en China, las suscripciones al 5G aumentaron en el primer trimestre, con más equipos que soportan este nuevo estándar de transmisión de datos.
En una reciente conferencia, el presidente y CEO de Ericsson, Börje Ekholm, aseguró que “más que nunca, la conectividad es clave. Con la expansión de Covid-19, las redes de telecomunicaciones fijas y móviles se han convertido en una parte aún mayor de la infraestructura crítica, lo que demuestra la importancia de la calidad en la conectividad”.
Es que en este tiempo de crisis las comunicaciones se han transformado en un recurso de primera necesidad, por lo que las empresas encargadas se encuentran repensando su rol en la sociedad. Hoy más que nunca es necesario contar con redes sólidas y confiables, que garanticen la mejor conectividad y calidad de red posibles.
Pero bueno, ¿de qué se trata todo esto del 5G?
Cada generación de comunicación ha sigo denominada con un número seguido de una G, que se refiere a la generación (ver recuadro). Así, el 5G no es más que una nueva generación en el estándar de telecomunicaciones, una que viene con más velocidad…, mucha más velocidad.
Aquí pasamos al segundo punto: ¿Para qué queremos 5G?
"El 5G permitirá una gran cantidad de dispositivos conectados a la red, hasta un millón por kilómetro cuadrado, 10 o 100 veces más que el que admiten las redes actuales, lo que permitirá que los objetos más diferentes serán inteligentes y conectados", destaca Enzo Zunino, jefe de País, Ericsson Chile.
Según los expertos de Ericsson, ya se están comenzando a montar las primeras redes comerciales de 5G, ofreciendo una experiencia mejorada a los usuarios de smartphones. Para ponerlo en palabras simples, bajar una película completa en 4K toma solo segundos con el 5G, al mismo tiempo que se mejoran todo tipo de comunicaciones. Pero esto no se detiene allí, ya que los usos de este nuevo estándar se consideran como el pilar fundamental para la implementación de nuevas tecnologías, con ciudades que podrán interconectarse a los vehículos, señales de tránsito y otros, haciendo posible el sueño del auto autónomo mucho más pronto de lo esperado.
Para los usuarios comunes, el 5G traerá beneficios que se podrán apreciar desde el momento en que este estándar se comience a implementar en nuestro país. Mario Romero, editor del sitio especializado Transmedia.cl, nos comenta que “nos brindará la oportunidad de conectarnos de manera más veloz a los contenidos que ahora requieren más tiempo con 4G, es decir, hay una revolución, un salto cualitativo y cuantitativo desde que nos pasamos del 3G al 4G, ahora el salto a 5G en términos de velocidad es mucho, mucho mayor”, destaca.
La mayor fluidez en el consumo de los contenidos tendrá como consecuencia una gran inversión en infraestructura, pero algunas compañías de telecomunicaciones ya han comenzado a utilizar la misma red de torres existente, agregando antenas con capacidad 5G al menos al 70% de la infraestructura que ya hay, lo que no implicaría un mayor problema de contaminación visual.
Y aunque hoy están quienes culpan al 5G de la existencia del Covid-19, lo cierto es que esta tecnología no solo influirá en nuestro consumo de contenido doméstico, “también abre nuevos horizontes para la telemedicina, por ejemplo, incluso con operaciones virtuales. Esto ayudará a la democratización de los servicios médicos, a educar… La idea es que esto sea un bien social y no solamente comercial, que nos permita ofrecer red 5G a pueblos rurales, a zonas complicadas geográficamente, para que cada chileno pueda acceder a una mejor educación online. Sobre todo en estos tiempos de cuarentena, donde nos ha quedado súper claro que necesitamos como país crear toda una infraestructura en base al online, porque se supone que el teletrabajo no se va a terminar cuando se levanten las restricciones”, subraya Romero.
Con el vuelco en las prioridades país que generó la pandemia del coronavirus, la red 5G todavía está lejos de ser una realidad en Chile. Y es que a pesar de que se esperaban las licitaciones de la Subtel para este año, todo debió ser pospuesto, así que deberemos esperar al menos hasta 2021 para probar en primera persona esa velocidad increíble que, dicen, podría cambiarnos la vida.
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