Hace siete años, en enero de 2013, Rolls-Royce estrenó su showroom en Chile, convirtiendo a nuestro país en el primero de la región que contaba oficialmente con la prestigiosa marca británica. Hoy, con más de 40 unidades circulando en las calles nacionales, la firma vuelve a establecer un hito al sumar a su catálogo el Cullinan, el modelo que se atrevió a romper con una historia centenaria y que hizo ingresar a la doble R en el segmento de los SUV con su primer todoterreno.

Tardó un poco Rolls-Royce en aceptar la tendencia global, pero la razón era simple. “Es el primer 4x4 de la marca y se esperó bastante para sacarlo. Firmas rivales salieron con un SUV antes y eso le ponía presión a Rolls-Royce por sacar su modelo, pero en la marca decían que no, que debía estar listo, que debía ser un 4x4 de verdad. Todo para dar la mejor propuesta”, precisa Alejandro Richards, gerente general de Rolls-Royce Motor Cars Santiago.

Conseguir alguna unidad para Chile tampoco fue sencillo. “La acogida a nivel mundial ha sido enorme. Cullinan hizo crecer las ventas de la marca en un 30%, en Estados Unidos lo hizo en 50% y eso provocó que un vehículo que debutó a fines de 2018, recién ahora tuviésemos disponibilidad”, agrega el ejecutivo.

Respecto de la recepción que pueda encontrar en el país un todoterreno que tiene un precio de US$ 500 mil dólares, Richards precisa que debería ser similar a lo que ocurre en otros mercados. “Wraith y Down son los más que gustan, pero esperamos que el SUV también capte la atención. Para este año tenemos un plan de pedir cuatro a seis unidades, y de eso el 50% podría ser del Cullinan”.

El Rolls-Royce Cullinan toma su nombre del diamante más grande que se ha encontrado y que, además, pertenece a la colección de joyas de la corona británica. Está construido sobre la plataforma de aluminio denominada Architecture of Luxury, la misma que utiliza el Phantom, y sus dimensiones son de 5.341 mm de largo, 1.835 mm de alto y 2.164 mm de ancho, con una enorme distancia entre ejes de 3.285 mm.

A nivel estético, destacan las líneas rectas que mantienen la esencia de la marca, además de la imponente parrilla, el clásico emblema Spirit of Ecstasy que se puede esconder, las llantas oscuras de 22’’. Y como dice Alejandro Richards, “el paragua tiene una novedad. Antes, en los modelos de cuatro puertas, había que abrir la puerta trasera para sacar el paraguas, pero ahora no es necesario, se puede sacar con la puerta cerrada, lo que además sirve para sacarlo antes de que se baje la persona que va sentada atrás. También sirve para que se golpee con el marco de la puerta delantera”.

En cuanto al motor, se mueve por el clásico V12 de 6,75 litros, pero que en esta ocasión es capaz de desarrollar 571 Hp, con un par de 850 Nm, a solo 1.600 rpm, asociado a una caja automática de ocho velocidades.

Al margen del formato SUV y de la tracción integral, como novedad ofrece una suspensión neumática que le permite bajar la carrocería 40 milímetros para facilitar el acceso al vehículo.

Con apertura inversa de puertas, está diseñado para ofrecer el máximo de comodidad. La unidad que está en Chile cuenta con tres asientos en las plazas traseras, aunque también se puede solicitar con dos asientos individuales. Como detalle, al abatirse los asientos, los respaldos quedan más altos que el piso del maletero, sin embargo, basta apretar un botón para elevar el piso del maletero y así dejar todo plano.

Equipado con todo lo disponible en seguridad y tecnología, también sobresale por las capacidades todoterreno –probado por más de 20 mil kilómetros en las condiciones más extremas de tres continentes-, puesto que dispone de un modo off-road (Everywhere) que le permite al conductor gestionar diversos parámetros (suspensión, tracción, motor y transmisión), además de modos específicos para nieve, arena o rocas. Por si fuese poco, la suspensión neumática permite subir la carrocería para alcanzar una capacidad de vadeo de 540 mm, todo para conseguir llegar a cualquier lugar y siempre con el máximo de lujo y elegancia.