Finalizaba marzo y se daba inicio a una travesía inédita en el mundo. El matrimonio entre los británicos Chris y Julie Ramsey dejaba atrás largos meses de planificación y ponía en marcha la expedición Pole to Pole, un viaje desde el Ártico hasta la Antártida. Hace unos días, la pareja llegó a Chile e incluso visitó la feria de electromovilidad Experiencia E, donde se instalaron con su Nissan Ariya, el auto eléctrico que los está acompañando por todo el continente. Luego, hicieron una parada en la viña Villard de Casablanca, donde pudimos conocerlos y conversar con ellos.
La pareja se muestra feliz. A pesar de los miles de kilómetros recorridos y de las complicaciones que tiene un matrimonio que debe estar 24/7, sienten que están cumpliendo el objetivo de dar a conocer la electromovilidad y aportar en la adopción de esa tecnología contra el cambio climático.
No te pierdas estos contenidos de MT Online
“Empezamos nuestro viaje en el polo norte, pasando por Canadá, Estados Unidos, países de Centro América, Sudamérica, y ahora estamos acá en Chile, donde planeamos continuar nuestro viaje y llegar hasta la Antártica. Esto es un mensaje de inspiración y esperanza mientras viajamos por estos países, para demostrarle a las personas todas las cosas maravillosas y para inspirarlos a tomar acción en contra del cambio climático”, contó Chris Ramsey.
El tercer integrante del viaje de este periplo es el Nissan Ariya. Según indicó la marca, fue ligeramente modificado para ayudarlo a hacer frente a los terrenos extremos que el equipo debe atravesar en su ruta.
Entre los ajustes se puede señalar que se levantó la suspensión y se ampliaron los arcos de las ruedas para acomodar neumáticos de 39 pulgadas que ayudarán al automóvil a “flotar” en la nieve y el hielo marino del Ártico. Fue lo único. No se realizaron modificaciones en la batería y el tren de potencia, que siguen siendo estándar, lo mismo el sistema e-4ORCE, la tecnología de control eléctrico en las cuatro ruedas de la marca japonesa.
Como detalle, la organización de la travesía le otorgó un pequeño regalo a Chris, un amante confeso del café. El británico tiene acceso a una cafetera espresso especialmente integrada con un buen suministro de café sostenible.
El día en que empezó la aventura, los británicos fueron claros. “Después de cuatro años de planificación y arduo trabajo, estamos muy emocionados de poner oficialmente en marcha Pole to Pole”, comentó Chris, agregando que “Julie y yo hemos realizado varias aventuras en vehículos eléctricos en los últimos 10 años, pero Pole to Pole es definitivamente nuestro desafío más grande y emocionante. Tuvimos que pensar de manera diferente, ser innovadores y colaborar con socios de ideas afines para hacer realidad esta expedición. Nuestro Nissan Ariya es divertida de conducir y se desempeñó bien durante el viaje de 5.000 kilómetros para llegar a este punto de partida. Nos da la confianza de que podemos abordar todos los escenarios de conducción que enfrentaremos en los próximos meses”. Julie, por su parte, agregó que “estamos emocionados de compartir nuestra aventura con ustedes y arrojar luz sobre las increíbles personas, comunidades y proyectos en el camino que están marcando una diferencia positiva en la crisis climática. Nos encantaría que todos fueran parte de Pole to Pole, así que sígannos y participen en la aventura en nuestras redes sociales”.
Una expedición eléctrica
Chris y Julie Ramsey llevan varios años recorriendo el mundo con autos eléctricos. En el Reino Unido consiguieron récord de distancia y luego se animaron a completar el Rally de Mongolia con un Nissan Leaf. En 56 días anduvieron por 16 mil km, cargaron el auto 111 veces y gastaron apenas 120 euros mientras cruzaban 12 países.
Ahora la travesía es más extrema. Tiene contemplado recorrer más de 27 mil kilómetros, cruzando temperaturas que oscilan entre -30° C y 30° C desde el Ártico, siguiendo por América del Norte, Central y Sur, antes de cruzar a la Antártida. Serán 10 meses por 15 países.
Pero aunque la planificación fue exhaustiva, los problemas siempre aparecen y se debe improvisar para seguir avanzando. Es lo que les ocurrió al comenzar el viaje, pues como dijo Chris, “en el Ártico no hay red de carga, por lo que llevamos unas turbinas eólicas de 5 kWh que generarían energía, pero lamentablemente tuvimos días en que no había viento, por lo que nos vimos obligados a utilizar otro generador”.
Sobre ese tema y lo que puedan encontrar en la Antártida, Julie complementó al decir que “cambiaremos a paneles solares, allá esperamos cargar con sol y eso nos ayudará en el viaje”.
Más allá de los inconvenientes, la travesía es muy positiva, tal como Chris Ramsey lo dijo cuando cruzó la línea del Ecuador hace unas semanas.
“Me propuse superar los límites de los vehículos eléctricos y mostrar al mundo la increíble capacidad que tienen. Nuestro Nissan Ariya de Expedición ha funcionado muy bien; no nos ha defraudado y ha despertado un gran interés entre la gente a medida que avanzamos. Me brinda la confianza de que podremos completar esta expedición a pesar de las desafiantes distancias, terrenos y temperaturas a las que nos enfrentaremos en el hemisferio sur. La Antártida será nuestra prueba más dura hasta el momento, pero tuvimos la experiencia en nuestro paso por el Ártico, de la cual aprendimos mucho y estoy trabajando en innovaciones que puedan ayudarnos a llegar al Polo Sur a fines de diciembre”.
Desde ese momento, la expedición tomó rumbo por Perú y llegó a Chile. En el recorrido, han visto las diferencias que existen a nivel de infraestructura eléctrica.
En ese sentido, Chris comentó que “lo primero que debimos solucionar fue la recarga en Canadá y Estados Unidos. Pese a que allá están más avanzados, la verdad es que está más pensado para autos con cargadores norteamericanos y nuestro auto es europeo. Y no en todos los puntos de carga tenían ese tipo de cargador”.
En este mismo sentido, Julie destacó lo que ha visto en Santiago, donde muchos buses del transporte público son eléctricos, algo que no se ve en otros lugares. Según ella, se está a “años luz” en ese sentido, pero reconoce que a nivel de infraestrura para particulares la distancia mayor está en Norteamérica.
Sobre las diferencias en los países, Chris reconoce que “ha sido increíble manejar en todos estos países, pero nos ha tocado en lugares que no es sencillo, como las montañas en Ecuador, donde hay que tomar en consideración hasta aspectos como el viento para ver la autonomía que nos quedaba. Esto es una expedición, no un viaje de placer, por lo que se debe dosificar el estilo de manejo, hay que ir más despacio para poder llegar a cada sitio”.
Sobre los aspectos que más les han llamado la atención, la pareja coincide en el cariño de las personas. “Nos sorprende la calidez, la gente abre sus talleres para prestarnos energía, nos abrían sus casas para lavar ropa. Estamos muy agradecidos por todo, nos ha permitido conectarnos con muchas personas, el estar cargando por largo tiempo nos hace hablar con ellos, intercambiar historias. Es fantástico, por eso al Nissan Ariya le decimos “Sonrisa” porque alegra a la gente cuando lo ve”, precisó Chris.
La recepción de las personas también fue alabado por Julie, quien señaló que “ha sido muy gratificante y conmovedor como las personas nos han recibido con los brazos abiertos al momento que les hemos solicitado si nos pueden prestar un enchufe. Si este viaje se hubiera realizado con combustible, solo hubiéramos pasado por todos estos lugares, sin embargo, las personas nos han hecho sentir muy bien. Chris y yo hemos aprendido de ellos y sus historias, y ellos de nosotros”.
En cuanto al Nissan Ariya, Chris Ramsey dijo que “estamos muy agradecidos de nuestro auto porque no ha fallado ni una sola vez. Nissan ha fabricado un auto muy robusto y con tecnología de punta, y lo hemos podido comprobar a lo largo de todo nuestro viaje. La experiencia de viaje claramente cambiar al transitar por las montañas, la selva o la carretera, pero esto le demuestra al mundo sí podemos hacer una transición hacia los autos eléctricos. No vamos a resolver el problema, pero nos sirve como indicador de que es hacia allá donde debemos dirigirnos”.
El final del viaje está próximo. Desde Santiago, la pareja viajará hasta Puerto Montt y Pargua, donde se subirán el ferry que les lleve hasta Chiloé. En la isla irán por tierra desde Ancud a Quellón, donde tomarán otra barcaza para cruzar a Chaitén. En la Carretera Austral avanzarán hasta Chile Chico, donde pasarán a Argentina, país en el que llegarán hasta el extremo sur, antes de volver a Chile y llegar a Punta Arenas.
Desde el borde del Estrecho de Magallanes tomarán un avión Hércules que les permitirá aterrizar en la Antártica, donde esperan recorrer otros 2 mil kilómetros y así cerrar la expedición que unirá por primera desde el Ártico al Polo Sur en un auto eléctrico.
¿Seguirán casados después de estar 10 meses todo el día juntos? Ambos sonríen. Julie toma la palabra y comenta que “estar todo el día juntos en un auto es un desafío, tenemos personalidades diferentes, pero sabemos que debemos conversar las cosas y solucionar los problemas. Y aunque a veces los días son interminables, con calor, cansancio, el objetivo y el propósito de querer hacer un cambio hace que el viaje sea increíble”.
Para obtener más información sobre “Pole to Pole” y seguir la expedición de Chris y Julie Ramsey, visita en Instagram @PoletoPoleEV y visualizarlas en vivo a través de https://poletopoleev.com/expedition-live/