Rolls-Royce hoy hace noticia por un vehículo único y especial bautizado Boat Tail (Cola de Barco). Se trata de un verdadero yate sobre ruedas, que fue hecho a petición de un cliente excepcionalmente rico y cuyo desarrollo le tomó a la firma británica más de cuatro años.

Con 5,79 metros de longitud, el Rolls-Royce Boat Tail se distingue por una carrocería bicolor, en dos tipos de azul. La pintura más oscura se aplicó a mano sobre el capó y el frontal. También sobresale por un parabrisas envolvente, un portalón de madera -que puede plegarse en dos mitades- y llantas de aleación de diseño específico. Curiosamente, la capota de tela no se pliega de forma automática, sino a mano.

A juego con el exterior, el volante y los asientos están revestidos de cuero azul en dos tonos, en tanto, que el tablero está enchapado en madera lacada, imitando la cubierta trasera.

La instrumentación luce una textura trenzada única conocida como Guilloche, que es común en el mundo de la joyería y los relojes de lujo, y un acabado azul brillante se entrelaza con los adornos de fibra técnica del tablero.

El habitáculo también está repleto de accesorios. Bajo la cubierta trasera se esconde una nevera doble para el champán. La cubertería de plata con emblemas Boat Tail grabados se encuentra en el lado opuesto, junto con platos de porcelana a juego con bordes de platino.

Para divertirse aún más bajo el sol, una sombrilla y dos taburetes de tela salen de la cubierta trasera, al igual que dos mesas de cóctel a cada lado.

Rolls-Royce no dio detalles sobre el motor del Boat Tail, pero es de suponer que bajo el capó se encuentra el famoso bloque V12 biturbo de 6.7 litros, que desarrolla 571 Hp en el Cullinan y Phantom.