Aprovechando que la Fórmula E está en Japón, Yamaha confirmó que se unirá a Lola Cars para también ingresar a la parrilla, lo que representa el retorno de ambas empresas al deporte motor internacional. En esta sociedad, Lola se encargará de fabricar el software en tanto Yamaha será responsable del motor eléctrico y la tecnología, siendo así, el próximo paso es buscar un equipo y muchos rumores apuntan hacia ABT Cupra.
Lola fue fundada por Eric Broadley. Llegó a estar en la F1, aunque sus mejores resultados los obtuvo en los autos Sport-Prototipos. También colaboró con Honda en la F1 en los inicios de la marca japonesa en la categoría. Construyó algunos de los autos más icónicos de Indianápolis, estuvo en la Superfórmula japonesa (F-Nippon entonces), en la F3, F2, F3000, F-500/F-A, destacando asimismo de forma muy especial con los Sports 2 Litros, categoría hoy desaparecida pero que en su día, inicios de los 70, fue extremadamente profesional y competitiva.
Yamaha, por parte, es conocida como marca de motos sobre todo, aunque sus actividades son múltiples –pianos, motores de motonáutica, SSV, etc– y entre ellas está la de ingeniería de motores para diversos fabricantes –Ford y Toyota, entre otros– e incluso ha tenido motores propios en la F1. Además presentó en su día diversos ‘concept’ de automóviles, incluso un hypercar, que no llegaron a producirse en serie.
La idea de ambos es disponer de un tren motriz propio con el que entrar a competir en la temporada 11, es decir el próximo año, en la Fórmula E.
Mark Preston, director de deportes de motor de Lola Cars, señaló: “Estamos encantados de confirmar nuestra entrada en la Fórmula E. Para nosotros, esto es más que una simple oportunidad para devolver a Lola a la pista, también es una plataforma fantástica para el desarrollo tecnológico”.