Tras permanecer en silencio, el bullado caso de Carlos Ghosn ha vuelto a la palestra durante las últimas semanas. Primero al ser condenado a pagar cinco millones de euros a Nissan-Mitsubishi, luego al ser interrogado por jueces franceses en Líbano y ahora al declararse culpables los dos cómplices de su huida de Japón.
Michael y Peter Taylor, los ciudadanos estadounidenses que orquestaron la fuga del empresario de Japón en diciembre de 2019, se han declarado culpables ante un tribunal nipón que les juzga por su participación en este cometido.
Arrestados en su país natal en mayo de 2020 y extraditados a Japón en marzo de 2021, padre e hijo reconocieron que idearon y ejecutaron la fuga de Ghosn, la cual incluyó un avión privado hasta Estambul y un segundo vuelo a Beirut, donde el ex-presidente de Renault-Nissan-Mitsubishi permanece desde entonces sin riesgo de ser extraditado.
Vale recordar que Carlos Ghosn estaba en libertad provisional a la espera de juicio cuando decidió ejecutar el plan. Cogió un tren bala de Tokio a Osaka y desde ahí fue al Aeropuerto Internacional de Kansai, al que accedió oculto en la funda de un instrumento aprovechando que esa instalación no estaba preparada para escanear con rayos X paquetes de gran volumen.
La acusación a los Taylor sostiene que la familia del ex director de 67 años hizo dos pagos de 540.000 y 322.500 dólares en 2019. Más tarde, en tanto, se les pagó otro medio millón de dólares en Bitcoin cuando comenzaba el proceso judicial contra ellos para ayudarles a costear su defensa.
Michael y Peter Taylor se enfrentan ahora a penas de hasta tres años de cárcel.