En Porsche son muy amigos de la tradición y de los hitos de su propia historia, y ahora vuelven a hacerlo patente con un bonito detalle para el mercado australiano. La marca alemana, que hace 55 años entregó el primer Porsche 911 en ese país, esta vez ideó un 911 de octava generación (992) pero con una serie de detalles evocativos de esa variante sesentera.
“El concepto fue tomar ese Porsche 911 de 1965 y reimaginarlo como lo hubiéramos hecho hoy”, dijo Dean Williams, gerente de ventas del Porsche Centre Melbourne. Porsche, además, creó un bonito recorrido de ambos modelos -el viejo y el nuevo- por algunos de los lugares más icónicos de Sidney y Melbourne.
Pastor de gustos definidos
Ese primer Porsche 911 inscrito a mediados del 60 en Australia y, por supuesto, con el volante a la derecha, fue adquirido en el concesionario Norman Hamilton por el pastor Ron Angas. Curiosamente, cuando este hombre residente de Adelaida abonó el depósito equivalente a € 2 mil, un año antes ($ 1.9 millones), lo hizo para recibir su Porsche ’901′, pero luego de la reclamación legal de Peugeot, cuando finalmente lo tuvo en su garage 12 meses después, venía claramente definido como un Porsche ’911′.
Angas ‘ejercitaba’ el 911 y su propia habilidad al volante subiendo regularmente la colina Collingrove que había hecho él mismo en una de sus propiedades. Esta pista fue utilizada en el primer National Motor Racing de 1966.
Tres años después, Ron Angas vendió el nueveonce a Roy Wilson y este, a su vez, lo vendió a Stewart Kay. Aquí hay otra buena historia, puesto que Kay entrevistó a Wilson para un trabajo de la universidad en los años 80. Entusiasta de la historia de Porsche, Stewart Kay sabía que el Porsche 911 australiano era también una de las primeras unidades salidas de Stuttgart. Le suplicó a Roy Wilson que se lo vendiera, pero el auto no estaba en vitrina. En 1992, Kay recibió un llamado: “¿Todavía lo quieres?”.
La tercera fue la vencida para el primer Porsche 911 vendido en Australia, puesto que ahora Stewart Kay no está dispuesto a desprenderse de él por nada del mundo. Su inmaculado motor bóxer de seis cilindros y 134 caballos, junto a la opcional caja MT5 que le fue instalada en Stuttgart, ha cubierto unas 85 mil millas, vale decir, unos 136 mil km.
El color del viejo 911 del 65 -Steingrau- ya no está en la paleta de colores actual del 992, pero el tono Crayon fue tomado como su equivalente. Se adaptaron llantas de 20 y 21″ (adelante y atrás) de diseño exclusivo Carrera, que hacen contraste con los caliper negros, tal como el primer 911 de Australia. Los detalles están firmados por leyendas que decoran, por ejemplo, el umbral de las puertas.
Porsche construyó dos unidades de este 911 Reimagined: uno para exhibir en Melbourne y el otro, en el concesionario de la capital australiana.
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