En diciembre pasado el ministerio del Interior y Seguridad Pública, en voz del extitular Rodrigo Ubilla, informó que Carabineros recibiría nuevo equipamiento para su cuerpo de Fuerzas Especiales. En información publicada por el portal especializado InfoDefensa, se habían adquirido 34 retenes móviles, dos carros lanzaaguas, 11 lanzagases, 21 furgones para transporte de personal y, además, equipamiento como cascos, guantes y trajes antillamas. “Estamos en un plan de dotar rápidamente a Carabineros de equipamiento nuevo, para recuperar parte de lo que hemos perdido, y en 2020 dotar una nueva capacidad tecnológica y operativa importante”, detalló el entonces ministro.
Estas adquisiciones buscaban paliar la merma en la flota institucional sufrida tras el 18 de octubre, cuando se totalizaron 531 vehículos fiscales dañados que requerían de reparaciones para cumplir su propósito, lo que se acercaba al 50% de la operatividad.
Ante la falta de vehículos, Carabineros se había visto obligado a utilizar carros Mowag Roland 4x4 modernizados por FAMAE (Fábricas y Maestranzas del Ejército de Chile), pero que habían estado muy próximos a su retiro definitivo.
Blindados Sandcat
A fines de febrero parte de estas nuevas unidades aterrizaron en Santiago. Respecto de los carros lanzagases, estos corresponden al modelo Sandcat fabricado en Israel por la compañía Plasan. Este blindado que ha estado en operaciones en conflictos como la Guerra de Afganistán y la lucha contra los carteles de droga en México, está montado sobre la plataforma F-550 de Ford, coincidentemente la misma que utiliza el blindado Testudo de la PDI que lleva un motor turbodiésel V8 de 6.7 litros de cilindrada.
El Sandcat (o gato de arena) tiene un blindaje combinado entre acero reforzado y cerámica, hecho de manera modular, de forma que permite un reemplazo fácil de piezas dañadas. Asimismo, posee ruedas antipinchazos.
Las unidades Sandcat entrarán en funcionamiento este mismo mes.