Es el año 2035, en la ciudad de Chicago, los robots humanoides forman parte de la vida cotidiana en la Tierra y son la principal fuerza laboral de la especie humana. Así parte el argumento de Yo, robot, una película de ciencia ficción estadounidense producida en 2004, dirigida por Alex Proyas y protagonizada por Will Smith.
Un film que, de seguro, varios tienen en la retina y que nos incita a reflexionar acerca de la condición humana en un mundo cada día más tecnologizado, planteándonos interrogantes tales como: ¿Llegará la máquina a sustituir al hombre?
Y si bien hoy todavía no lo podemos asegurar a ciencia cierta, el debate sobre el gran avance de la robótica y la IA ya está instalado sobre la mesa. Más aún cuando los primeros androides ya se encuentran trabajando en fábricas, desarrollando labores antes hechas por operarios humanos.
Robots multitareas con manos, piernas, y capaces de aprender y mejorar. Así como se oye, un par de fabricantes de autos ya emplean en sus líneas de producción, robots humanoides dotados de Inteligencia Artificial para asumir tareas “complicadas, tediosas o peligrosas” en la construcción de sus autos, según declara uno de ellos.
Nos referimos a BMW y Dongfeng. El primero de ellos, gracias a un acuerdo con Figure, una joven compañía californiana especializada en robots autónomos, ha estrenado esta semana el Figure 01 en su planta de Spartanburg, en Carolina del Sur (EE.UU.), en donde actualmente trabajan más de 11 mil empleados.
En el video difundido por Figure, al robot en cuestión se le ve manipulando piezas de carrocería, tomándolas y transportándolas con parsimonia y sin necesitar la ayuda de un técnico humano. Lo que, en concreto, es posible gracias a sus complejos brazos, dotados con múltiples articulaciones electrohidráulicas, incluyendo las que reproducen el giro de sus manos y muñecas, o el movimiento libre de cada uno de sus cinco dedos articulados, a su vez, en falanges.
Tanto estos movimientos como el caminar de sus piernas o el levantamiento de objetos están coordinados por Inteligencia Artificial (IA), la cual reside en su cabeza. Dotada con tecnología de Open AI, incluye cámaras que pueden mapear las imágenes que captan, distinguiendo entre cada objeto sin necesidad de tener que localizar marcadores específicos. Y una vez que encuentra lo que debe manipular, coloca calculadamente sus manos sobre el objeto, regulando él mismo la presión y la manera con que lo sostiene.
Por su parte, Dongfeng recurrió a la compañía asiática Ubtech Technology para hacerse de Walker S, un robot humanoide dotado de Inteligencia Artificial y capaz de realizar tareas de inspección, logística y montaje, actividades comunes de un colaborador humano.
Walker S posee una estatura de 1,70 metro y sus proporciones son muy similares a las de un trabajador humano. Está dotado con hasta 41 articulaciones mecánicas servoasistidas, puede caminar y realizar cualquier tipo de tarea compleja con sus manos.
Según Dongfeng, los Walker S se dedicarán a diversas tareas como, por ejemplo, comprobar el montaje de los cinturones de seguridad, comprobar el cierre de las puertas o incluso rellenar los líquidos del motor antes del primer arranque.
El cerebro del Walker S es un conjunto de sensores avanzados que actúan como sus ojos y oídos, además de ayudarle a medir la fuerza con que debe realizar cada acción. Controlando todo esto figura una potente inteligencia artificial (IA) que gestiona sus tareas y movimientos, la cual se coordina en tiempo real con el control central de la factoría y el resto de sus máquinas de producción.
¿El empleado del mes?
En las fábricas de automóviles, la mayoría de los procesos están automatizados con robots que realizan una tarea específica. Sin embargo, los robots humanoides van más allá, pues no están diseñados para una única función, sino que pueden hacer múltiples labores y además no exigen modificar los entornos ya concebidos para humanos.
Así podrían representar una amenaza para los puestos de trabajo actuales. Que sea rentable es una de las claves para que sea así y de hecho es como vende Figure a su robot: “Permitirán a las empresas aumentar la productividad, reducir los costos y crear un entorno más seguro y más consistente”, señaló Brett Adcock, CEO de la firma.
Más allá de esto, no está tan claro que vaya a serlo. Según un estudio publicado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), el costo de la IA es hoy por hoy tan alto que a las empresas les es aún mucho más rentable contratar a personas.
Este informe se apoya en que el ser humano puede hacer múltiples tareas y que para suplirlo se necesitarían varias herramientas IA diferentes, lo que supone una mayor inversión. Y aunque se abaraten estas tecnologías, se tardarán décadas en que sean más asequibles que un empleado tradicional.
Finalmente, y según el acuerdo alcanzado entre Figure AI y BMW, los Figure 01 que trabajan en Spartanburg seguirán un programa especial de adaptación de 12 a 24 meses, con el objetivo de evaluar las tareas más adecuadas para ellos dentro de la fábrica, antes de comenzar a sustituir de facto a los trabajadores humanos.
Aun así, están lejos de ese ideal del empleado perfecto que no se toma descansos: con su peso de 65 kg, la capacidad actual de sus baterías limita sus turnos a un máximo aproximado de sólo cinco horas.