Hace unos días te contamos que nunca antes en sus 118 años de historia Rolls-Royce había vendido tanto. Un verdadero récord para el fabricante británico, que este 2023 podría volver a batirse impulsado por la llegada del Spectre.

Y es que a pesar de su elevado precio (parte en 400 mil euros), el primer eléctrico bajo el Espíritu del Éxtasis ha despertado el interés de tantos compradores que su producción tendrá que incrementarse pronto o de lo contrario muchos pedidos deberán esperar un tiempo indefinido.

Si bien las primeras entregas no se producirán hasta el último tercio del año 2023, en Goodwood ya empiezan a pensar reorganizar la producción, para así poder acoger más pedidos. Sobre todo porque el tiempo de producción de cada unidad no es fijo, varía en función de las solicitudes del cliente.

El propio CEO de la compañía, Torsten Müller-Ötvös, ha sido el encargado de comunicar la impredecible situación. “La entrada de pedidos para el Spectre es mucho mejor de lo que esperábamos. Nos quedan un par de meses para arrancar la producción, pero si esta tendencia continúa estoy bastante seguro que tendremos que ajustar nuestros planes”.

Algunos de esos pedidos en firme tienen fechas de entrega de más de un año, tiempo que no muchos clientes ansiosos están dispuestos a esperar. Para que ese tiempo no siga creciendo, la posibilidad de aumentar la producción es más que real, aunque ahora tendrán que ver cómo lo hacen ya que los otros productos de la casa, entre ellos el Rolls-Royce Cullinan, también tienen una larga lista de solicitudes.

Autodenominado por la marca como su auto “más perfecto”, el Rolls-Royce Spectre mide 5,45 metros de largo y tiene un peso de 2.975 kilos. Su tren motriz dual, en tanto, desarrolla una potencia de 585 caballos y un par de 900 Nm. Sus casi tres toneladas de peso pueden alcanzar los 100 km/h en apenas 4,5 segundos y su autonomía eléctrica estimada es de 520 kilómetros.