Hace un par de meses se anunció que Lotus pondría fin al desarrollo de los modelos Elise, Exige y Evora para dejar espacio al Emira, nuevo deportivo de la casa británica que está próximo a debutar.

Pero la salida del Elise es la que genera más sentimientos encontrados, puesto que se trata de un vehículo que lleva 25 años en el mercado y que ha sido uno de los bastiones de la compañía gracias a su ligero peso, buen diseño y ágil manejo. Por lo mismo, se podía abrir una ventana para que no se le ponga la lápida.

“Si surgiera el proyecto y el socio adecuados, no veo por qué no. Es un auto maravilloso”, comentó Matt Windle, director general del fabricante, al medio Automotive News Europe, dejando una luz de esperanza para seguir viendo el Elise en las calles, aunque no sea con el emblema de Lotus

Tal situación no sería inédita en la compañía británica. Cabe recordar que hace poco menos de 50 años, en 1973, Lotus vendió los derechos del Seven a la marca Caterham, donde todavía lo construyen.

De hecho, el propio Windle trabajó en Caterham por dos años desde 2012, antes de cambiarse a Zenos, otro fabricante boutique. Luego pasó a Lotus en 2017 donde se convirtió en el máximo ejecutivo.

De todas maneras, antes de que surgieran comentarios, Windle adelantó que Lotus no está en conversaciones con Caterham para venderles el Elise. “Creo que solo están tratando de resolver cuáles son sus planes en el futuro”, indicó Windle.

Pero no sería la única alternativa. Según Automotive News, otro probable interesado en los derechos del Elise sería el carrocero británico Radford. Lo que reforzaría esa tesis es la cercanía que se logró entre ambos tras el anunció de un acuerdo para lanzar un nuevo deportivo de inspiración retro. Radford también es reconocido por modificar modelos de Mini en la década de 1960.

Sobre este tema, el ex campeón de la Fórmula 1, Jenson Button, uno de los fundadores de la renovada empresa, escribió en sus redes sociales que ese auto conjunto entre Lotus y Radford estará “inspirado en un deportivo británico de la década de 1960”. Otro de los integrantes del carrocero escribió que sería un tributo al coupé Lotus Type 62.

El adiós de un modelo muy querido

La salida del Lotus Elise no fue sencillo de decidir. Según Windle, “deliberamos sobre esto durante mucho tiempo, pero la verdad es que toda la planta de fabricación de Hethel (la fábrica de Lotus en Inglaterra) se está transformando en un proceso automatizado. Simplemente no teníamos espacio para producir el Elise”.

El Elise se presentó en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1995 y recibió su nombre de la nieta del entonces presidente de Lotus, Romano Artioli.

La plataforma de aluminio mantuvo el peso bajo, creando un automóvil que era divertido de conducir, a pesar de estar propulsado por un pequeño motor de cuatro cilindros de 118 Hp de origen Rover.

Los objetivos de producción se elevaron rápidamente de 800 a 2.500 al año según la demanda de los clientes y pasó a vender alrededor de 12.000 coches en cinco años, según datos de Lotus.