Luis Suárez es la gran amenaza para cualquier equipo que enfrente. El jugador del Barcelona, una de las grandes estrellas de Uruguay, llegó a la Copa América con dudas por su estado debido a una operación de hace solo un par de semanas. Sin embargo, en las primeras fechas quedó demostrado que su nivel está sobre la media y que los 25 goles que anotó con su equipo en la temporada 2018-2019 no fueron casualidad. Hoy enfrentará a Chile con la esperanza de darle a su selección el primer lugar del Grupo C.
Pero el charrúa, el compañero de Arturo Vidal en el cuadro culé, no sólo es uno de los goleadores más destacados del mundo, también es un amante de los autos lujosos, aunque su historia con los vehículos era a distancia.
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REUTERS/Ueslei Marcelino[/caption]
Sucede que, como gran parte de los futbolistas, el ariete proviene de un hogar muy humilde. Su propia madre, en una entrevista, reconoció que "las únicas zapatillas que tenía eran para la escuela, no para jugar al fútbol. Así que solía jugar descalzo con tal de no perderse los partidos. Siempre andaba con el drama de las botas, aunque cuando jugaba nunca dejaba de sonreír".
A los problemas económicos de Luis Suárez se sumó el quiebre familiar luego de que su padre lo abandonara junto a sus cinco hermanos. En ese momento, la madre decidió salir de la ciudad de Salto y probar suerte en Montevideo. En la capital uruguaya, Suárez se hizo incondicional con su abuelo, a quien acompañaba a cuidar autos. También barría las calles cuando recién superaba los 10 años.
"En mi casa faltaba de todo. Nunca me faltó un plato de comida, es cierto, pero no me avergüenzo de decir que con 11, 12 0 13 años me iba a cuidar autos con mi abuelo para tratar de llevar algo de plata a mi casa. Mi madre no me dejaba, pero le mentía diciendo que iba a casa de un amigo o algo así. Con 10 años mi madre trabajaba en el shoping y yo iba a buscar la propina que le dejaban y mientras un hermano cocinaba, yo me iba a hacer las compras. Esas cosas me hacen recordar el sacrificio que hice para poder jugar a fútbol. Por eso ahora lo valoro todo mucho más y no me avergüenza explicar las cosas que hacía para tener un plato de comida", reconoció hace unos años el jugador.
El esfuerzo cambió la vida de Luis Suárez, quien en el fútbol encontró el salto a otra vida, una donde el dinero no es problema, al punto de que según la revista Forbes, recibe ingresos sobre los 17 millones de dólares anuales.
Es por eso que hoy los lujos están permitidos. Y de aquellos autos que miraba al cuidar y que sólo veía desde lejos ahora pueden ser parte de su colección. Así, en los últimos años se le ha visto al mando de modelos como el BMW X5, el Range Rover Sport o los deportivos Mercedes-Benz Kompressor y Lamborghini Murciélago SV.
Y desde que está en Barcelona, de Audi recibe un auto cada año. El primero fue un A7 y luego lo cambió por Q5 de color gris. Luego, la elección de Luis Suárez fue un Audi Q7 3.0 TDI que desarrollaba 272 caballos de fuerza, modelo con el que sufrió un percance hace dos años, cuando el portugués André Gomes no se percató de que su auto estaba en movimiento y por estar pendiente de instrucciones de los encargados de seguridad del centro de entrenamientos del equipo catalán, impactó el vehículo de Luis Suárez, por suerte sin mayores daños y con el uruguayo riéndose de la situación, tal como cuando niño y sin zapatillas jugaba fútbol. Después, dejó por una temporada el formato todoterreno y solicitó un Audi RS 6 Avant, sedán de altas prestaciones y uno de los más rápidos del mundo.
Esta año, la elección de Luis Suárez fue un SQ7. Es el mismo modelo que escogieron sus compañeros Lionel Messi y Gerard Piqué, el cual entrega en la habitabilidad de un SUV sin ceder en dinamismo, puesto que se trata de la opción más deportiva del todoterreno, el cual se mueve por un potente V8 4.0 TDI que eroga 435 caballos de fuerza.