Es muy probable que la mayoría de los conductores en nuestro país no sepa a ciencia cierta qué significa la luz amarilla en un semáforo. ¿Avanzar con precaución o detenerse? El común de la gente parece entender que este color que sucede al verde (y antecede al rojo) y que se extiende por unos cuatro segundos significa lo primero. ¿Es correcto?

El Automóvil Club de Chile publicó hace unos días un artículo para clarificar esta duda recurrente. El organismo especifica que “al contrario de la creencia popular, esta luz que se agregó oficialmente en 1920 a los semáforos (antes era rojo y verde), significa, literalmente, lo mismo que una luz roja”. Es una señal de detención que obliga a los conductores reducir la velocidad y frenar. “Esto también rige para aquellos que circulan en motocicletas, bicicletas y scooters eléctricos”, agrega la entidad.

En ningún caso se debe acelerar al momento de ver la luz amarilla, ya que los riesgos de una colisión con otro vehículo que se acerque hacia la intersección son altísimos. El Automóvil Club agrega que “si la luz te sorprende tan próximo al cruce que ya no puedes detenerte con suficiente seguridad o que tu detención coloca en riesgo a otros usuarios de las vías, se debe continuar con extrema precaución”. Esto último es solo excepcional y no la regla general.