En su objetivo de desarrollar un auto eléctrico y autónomo para 2024, Apple ha negociado sin éxito con Hyundai y Nissan en busca de socios especialistas en el rubro. Y es que tal como lo dijo el mandamás de Toyota, Akio Toyoda, fabricar autos es una tarea titánica y que no se trata solo de tecnología.
El asunto es que hoy Magna, uno de los principales proveedores de componentes y tecnología para el sector -que hace unos días hizo noticia por el desarrollo de un eje rígido para pick-up eléctricas-, le ha tendido una mano a Apple para asumir la producción de su iCar, el cual aun no tiene un contratista asignado.
El fabricante canadiense podría asumir la producción completa de vehículos de la forma de la manzana mordida si se dan las condiciones comerciales adecuadas. Como creador de componentes, por ejemplo, ha asumido el desarrollo y fabricación de la carcasa de las baterías del Hummer EV eléctrico de GMC.
Hasta ahora Apple tan solo ha tanteado a fabricantes tradicionales, con los cuales se ha encontrado que no les agrada la perspectiva de convertirse en un mero contratista. Un punto de discordia estaría resuelto con Magna.
“Nosotros no queremos convertirnos en una marca de autos, de modo que podemos trabajar con todo el mundo”, explica el nuevo director ejecutivo de Magna, Swamy Kotagiri, que asumió el puesto el pasado 1 de enero.
En la actualidad, esta multinacional canadiense emplea a 158.000 personas en todo el mundo. El año pasado abrió una segunda fábrica en China, donde hoy fabrica un SUV eléctrico para una marca del Grupo BAIC. Tiene capacidad para 180.000 vehículos anuales.
Magna también regenta una planta en Graz, Austria, con capacidad para 200.000 autos anuales y nombres ilustres en su portafolio de clientes como BMW, Mercedes-Benz o Toyota. En la actualidad produce el Jaguar I-Pace y a finales de 2022 ensamblará el Fisker Ocean.
Toda esta fuerza productiva se podría poner al servicio de Apple, que quiere irrumpir en el mercado con el iCar con un volumen de 400.000 unidades anuales.