Cuando te contamos acerca de los autos nuevos que se ponen a la venta, habitualmente asumimos que todos tienen muy clara la diferencia entre las cajas de cambio que hay disponibles en el mercado.

Manuales, automáticas y un sinfín de siglas que a veces pueden poner en problemas a aquellos que no son tan ávidos a informarse acerca de la mecánica de los vehículos.

¿Cuáles son los tipos de cajas de cambio que existen en el mercado por estos días? Vamos con una breve y sencilla explicación de cada una.

Cinco y seis marchas son las más comunes, aunque algunos autos de siete velocidades. Son aquellas en que nosotros mismos somos los encargados de mover la palanca hasta la posición necesaria, no sin antes poner el pie en el pedal del embrague.

Dependiendo de la posición obtendremos más o menos fuerza del motor, subiendo o bajando las revoluciones.

Se ven cada vez más en el mercado. Son un híbrido de las transmisiones manuales y las automáticas. Aquí, aunque el funcionamiento es mecánico, un robot o centralita se encarga de pasar los cambios y buscar el más adecuado para la situación. Acá no existe el pedal de embrague.

Suelen ser un paso intermedio entre las cajas manuales y las automáticas totales, aunque tienden a dar un pequeño tirón al cambiar de marcha.

La caja automática tradicional puede tener hasta 10 cambios. Como su nombre lo dice, se encarga de absolutamente todo. Nosotros solo debemos elegir una posición de la palanca (P, R, N, D) para que esta maneje las revoluciones del motor, ofreciendo la solución adecuada ante el tipo de tráfico. Aquí es cuando comienza la diferenciación más grande.

Algunas marcas ofrecen la opción de un manejo “manual” a través de movimientos en la palanca de cambios o bien a través de levas al volante.

Es una de las cajas más eficientes del mercado. En lugar de tener cambios o posiciones, se vale de un cilindro para buscar las revoluciones exactas del motor sin estableces una marcha específica. Habitualmente se dice que tiene &"marchas infinitas&".

Es más compleja de explicar, pero básicamente cuando se selecciona una marcha la otra se prepara automáticamente, por lo que los pasos de marcha se producen de forma continua sin interrumpir el flujo de potencia. Este tipo de cajas son empleadas principalmente en vehículos que buscan entregar un andar más suave y equilibrado, o bien en deportivos. Algunas de las más conocidas son las DSG y PDK.

Una de sus mayores ventajas es que permiten ahorrar hasta un 10% de combustible si se les compara con una transmisión manual de seis marchas.