Hace un mes te contábamos que Mazda preparaba un SUV para Ginebra. El día llegó y la firma japonesa presentó en el salón suizo el CX-30, que no llegará a reemplazar al CX-3 como se creía, sino que se ubicará entre este citado modelo y el CX-5.
Este SUV compacto de 4,395 mm de largo y 430 litros de maleta, llega a posicionarse entre estos dos modelos, combinando en un solo vehículo un buen comportamiento urbano gracias a sus acotadas dimensiones, siendo a la vez muy espacioso y práctico.
Por fuera, el CX-30 recuerda bastante al recientemente estrenado Mazda 3, sobre todo en el frontal. Esto es porque ambos modelos incorporan la evolución del lenguaje de diseño Kodo, que elimina los elementos que están de más, para entregar un diseño simple y elegante que busca reflejar la esencia de la estética japonesa.
Esto continúa por dentro, donde la marca combinó la elegancia y belleza con la actitud de un SUV. El resultado es un habitáculo que destaca por su simpleza, pero con gran atención al detalle, sobre todo en la elección de materiales que busca una sensación de alta calidad en el interior.
El sistema de infoentretenimiento se despliega en una pantalla de 8.8 pulgadas que sobresale en el centro del tablero. Está a cargo de la interfaz MZD Connect que soporta Apple CarPlay y Android Auto.
Respecto a las motorizaciones, la marca anunció bloques bencineros y diésel, con tecnología Skyactiv-G y Skyactiv-D, respectivamente. Se podrá optar por una caja de cambios manual o una automática, ambas de seis velocidades.
La novedad está en los motores bencineros, que contarán con tecnología M-Hybrid, que consiste en un motor eléctrico que asiste al bloque a combustión a través de energía almacenada en una batería de 24V montada entre las ruedas. Este sistema busca un funcionamiento más amigable con el medio ambiente, pero también un mejor manejo en el día a día usando menos combustible.
Como opcional, se podrá optar por el sistema de tracción a las cuatro ruedas I-Activ AWD, que funciona en conjunto con el sistema de control de torque de Mazda, GVC Plus. En conjunto, ambos distribuyen el par motor entre las ruedas delanteras y traseras mejorando la tracción y el agarre independientemente del escenario de manejo.
En cuanto a seguridad, el CX-30 equipa un innovador sistema de monitoreo al conductor llamado I-Activsense. Esta tecnología usa cámaras infrarrojas para ver qué tan abiertos están los ojos del conductor, la cantidad de veces que pestañea y también el ángulo de la boca y la cara para determinar los niveles de fatiga.
Si el sistema detecta que la situación se ha puesto peligrosa, sonará una alerta que avisará al conductor. Además se activará el sistema Smart Brake Support, que acorta el tiempo necesario para que la alerta de freno suene.
Mazda aún no ha revelado los precios para su nuevo SUV compacto CX-30 ni tampoco cuándo estará disponible en los concesionarios par su venta.