Tal como se había anunciado, el McLaren W1 es el nuevo buque insignia de la firma británica. Con este hiperdeportivo, los de Woking vuelven a reinventar el segmento con su auto de calle más potente hasta ahora. Hablamos de una bestia que impulsada por un sistema motriz electrificado, se dispara hasta los 1.275 caballos de potencia.
El McLaren W1 es el sucesor espiritual del P1, que en su momento revolucionó la industria, al convertirse en el primer hiperdeportivo híbrido de la historia. Así, el nuevo inglés se beneficia de una década de experiencia en la materia y alcanza unas cotas de rendimiento inéditas hasta ahora para la marca.
En el corazón del nuevo hiperdeportivo de McLaren se encuentra un tren motriz híbrido de altísimo rendimiento, que combina un V8 biturbo de 4.0 litros produce 928 Hp por sí solo, con lo que la firma denomina “módulo E”, el cual proporciona otros 327 Hp a las ruedas traseras.
El resultado es una máquina de 1.275 caballos de potencia con la friolera de 1.340 Nm, todo con apenas 1.399 kilos de peso (3,5 kg menos que el P1). Así anota las siguientes cifras: 0 a 100 km/h en 2,7 segundos, a 200 en 5,8 y a 300 en 12,7. Su velocidad punta está limitada a 350 km/h.
El diseño se centra en el nuevo chasis monocasco Aerocell de McLaren, cuya forma está dictada por los objetivos aerodinámicos de McLaren. Esto se traduce en un auto que es capaz de generar hasta 1.000 kilos de apoyo, y que es la gran explicación de su superioridad en circuito contra cualquier otro superdeportivo de calle que haya salido de la fábrica de Woking.
McLaren dice que este W1 tiene “capacidad para cambiar de forma”. Tiene la posibilidad de rebajar su cuando se vaya a rodar en pista –37 milímetros en el caso del eje delantero, 17 en el trasero–, en tanto, que un alerón trasero activo que viene directamente del Artura Long Tail, es capaz de extenderse hasta 30 centímetros.
La caja de cambios es una transmisión automática de ocho velocidades, la cual ha sido desarrollada expresamente para la ocasión, e incluye una marcha atrás eléctrica.
La suspensión delantera está inspirada en la Fórmula 1 y es visible desde el exterior, y toda la arquitectura es de fibra de carbono con tal de ahorrar peso.
Para ayudar a mantener toda esa potencia conectada a la carretera, el W1 viene de serie con neumáticos Pirelli P Zero Trofeo RS de medidas 265/35 delante y 335/30 detrás.
En el interior, los asientos fijos y los reposapiés elevados confieren al W1 un aire de competición. Los pedales, el volante plano y los mandos principales se desplazan. Hay una aleta de puerta en voladizo diseñada para maximizar el espacio interior, parasoles de fibra de carbono de sólo 3 mm de grosor y el W1 tiene los pilares A más estrechos de cualquier McLaren.
McLaren también es pionera en un revestimiento interior llamado InnoKnit, un material sostenible ultraligero que puede personalizarse en varios colores e integra audio e iluminación ambiental. Su tacto es fantástico, aunque el cuero y la Alcántara siguen disponibles.
A propósito: el W1 cuesta 2 millones de libras o unos 2.400.000 euros, impuestos incluidos. Solo se fabricarán 399 ejemplares y ya están todos asignados. Autos como este ocurren una vez cada década, y pronto sabremos más.