Los herederos del actor estadounidense Steve McQueen demandaron a Ferrari debido a que la firma de Maranello utilizó indebidamente la marca registrada en una edición limitada de sus modelos, llamada The McQueen. La versión de este Ferrari tuvo incluso un precio más elevado que los Cavallinos "convencionales".
McQueen fue el actor mejor pagado de la industria del cine de mediados de la década del 70, según afirma la querella de su hijo, presentada el 30 de julio en la corte de Los Ángeles, Estados Unidos. La estrella era reconocida por su gran amor y pasión por los autos y las motos de carreras, algo que plasmó en sus películas más recordadas, como Bullit, Le Mans o La Gran Evasión.
Chadwick McQueen, el hijo del recordado artista, explicó que él mismo visitó Maranello en 2011, acompañado del presidente y CEO de la compañía, y que estuvieron hablando sobre la posibilidad de trabajar juntos en una edición limitada llamada McQueen, suponiendo que él su familia tendrían que aprobarla antes de que saliera a la venta y, luego, mantendrían los beneficios del uso por derechos de imagen.
El hijo de McQueen dice que su familia se quedó en shock cuando supieron en 2017 que Ferrari había empezado a comercializar la edición especial que llevaba el apellido del actor fallecido prematuramente por cáncer de pulmón a los 50 años. McQueen murió en Juárez, México.
Más tarde, el Cavallino Rampante modificó la nomenclatura de su bólido, pasando a denominarlo "The Actor". De todas formas, la familia dice que siguió refiriéndose a Steve McQueen.
Según informa el diario El País de Uruguay, la acción judicial pretende que Ferrari le entregue a la familia el dinero de las ganancias obtenidas con el nombre McQueen (y después The Actor), además de un pago por daños y perjuicios por al menos tres millones de dólares.