La célebre cantante Janis Joplin apelaba fervientemente a un ser supremo que le comprara un Mercedes-Benz. Si estuviera viva hoy, tendría que también pagar una suscripción anual para obtener velocidad adicional.

Mercedes-Benz AG está intentando vender a los compradores de sus modelos eléctricos EQ un complemento anual de US$1.200 que desbloquea una característica de la que los vehículos de lujo ya son capaces. El paquete reducirá poco menos de un segundo al pasar de cero a 100 kilómetros por hora. Esta característica se desactivará si el cliente no vuelve a pagar la tarifa en los siguientes 12 meses.

“El ajuste de los motores eléctricos aumenta la potencia máxima del motor de su Mercedes-EQ entre un 20 y un 24%”, decía la página de inicio de la llamada suscripción de aumento de aceleración en la tienda en línea de la compañía. “El torque también aumenta, lo que permite que su vehículo acelere notablemente más rápido y con más potencia”.

Cobrar a los clientes por una función de la que el automóvil ya es capaz es un movimiento audaz para el fabricante de automóviles prémium. Un movimiento similar en el rival alemán BMW AG a principios de este año resultó contraproducente después de que intentó vender a los propietarios suscripciones de US$18 por mes para calentar sus asientos.

Los fabricantes de automóviles están apostando por los llamados servicios de función bajo demanda para ampliar y aumentar los ingresos, incluidas ofertas futuras como servicios de conducción automatizada a medida que mejoran las capacidades del software de los vehículos.

Mercedes ofrece la función en algunos de sus modelos insignia EQS sedán y EQS SUV, así como en algunos de sus modelos EQE sedán y EQE SUV.

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