Una noticias de esas bastante curiosa es la que llega desde el Reino Unido. Allí, Kerry Costello, un hombre de 72 años llevó a la justicia al concesionario de la firma donde había comprado un Mercedes-Benz Clase E 300 Cabrio de segunda mano. El anciano aducía que el interior de los asientos de cuero escondía otro material, lo que -a su juicio- el hecho se constituía en publicidad engañosa.
Costello se adentró en este tema cuando leyó en The Daily Mail que otro propietario de un Mercedes-Benz había investigado en un laboratorio qué tipo de cuero empleaba la marca. El hombre fue al concesionario desde donde había salido con su seminuevo y preguntó si es que los asientos estaban fabricados parcialmente con plástico. No tuvo respuesta.
Acto seguido, Kerry Costello fue a informar al Defensor del Pueblo (también llamado Ombudsman) para quejarse de la situación. Tiempo después el concesionario le hizo llegar la respuesta de que los asientos llevaban elementos diferentes al cuero, pero que eran para darle a la piel rigidez y estructura. Así y todo, el defensor condenó al concesionario a pagarle a su cliente 850 libras esterlinas, el equivalente a $ 735 mil. En su veredicto sostuvo que "si los documentos afirman que el interior es de cuero, lo lógico es que sea totalmente de cuero".