Hay objetos que solo por haber pertenecido a alguna estrella del espectáculo o del deporte, alcanzan cifras suculentas en remates. Así por ejemplo, en septiembre del año pasado te contamos de la subasta de tres modelos Pontiac utilizados por el actor Burt Reynolds. Recientemente, también te mostramos cómo una unidad del Shelby Mustang de la película '60 Segundos' encontró nuevo dueño por nada menos que US$ 260 millones. Pero Paul McCartney, el ex Beatle que hoy se presenta en el Estadio Nacional, también tiene algo que decir al respecto. En 2018 su famoso Mini Cooper de 65 fue rematado en Alabama, Estados Unidos.
Esta unidad, ahora con dueño en incógnito, fue hecho a pedido por el manager de la legendaria banda Brian Epstein, considerado "el quinto Beatle". En aquella oportunidad el pedido fue por tres unidades, pero a tanto llega el misterio, que solo se tiene (a estas alturas, tenía) certeza del paradero de los modelos. En diciembre de 2017, el Mini Cooper S DeVille de Ringo Star se había vendido por 103.000 libras, algo así como $ 90 millones.
En el caso del Mini de McCartney, en el que se lo vio en su época en varias apariciones públicas, había pasado por la mano de tres dueños. Cuando pertenecía al artista ocurrió en paralelo su accidente, dando inicio al mito de que había muerto. El siniestro sucedió cuando McCartney iba a una fiesta de Mick Jagger, pero quien manejaba el auto era Mohammed Hadjij, director de una galería en Londres. McCartney iba con el Rolling Stone en otro vehículo.
Como puedes apreciar en las fotografías, el auto salió a remate totalmente reluciente, con todos sus elementos bien cuidados, incluyendo los faros, neblineros, parachoques cromados, pintura metalizada y un techo de lona. Lamentablemente no se dieron a conocer sus valores, y ni siquiera había un precio de postura mínima. Sospechamos que no debió ser poco dinero.