Mover un auto no siempre significa que el conductor sepa manejar. Lograr que un auto avance de un punto a otro sin chocar es el piso mínimo, pero también existen una serie de conocimientos y acciones que completan el manual de un buen conductor, uno que sea respetuoso con las normas de tránsito, que conviva de manera armoniosa con el entorno y que, además, sea cuidadoso con el vehículo.
El cuidado del auto al que hacemos referencia tiene relación con las acciones que se ejecutan al manejar y que van desde llevar una correcta presión de los neumáticos a no andar con el mínimo de combustible, proteger elementos mecánicos como los frenos y el embrague, presionándolos cuando realmente se necesite (no frenar con embrague en autos con caja manual). La lista es larga cuando hablamos de los cuidados del auto.
Entre los temas a conocer para prolongar la vida útil de los vehículos está el cuidado del motor. En este caso, los propulsores a gasolina requieren de distintas maneras de protegerlos en comparación con los diésel. Ahora, para ejecutar esas acciones, surgen ideas que pueden parecer más cercanas a creencias populares que a hechos reales.
Una de estas dudas, y que nos hicieron en las últimas semanas, es si hay que dejar pasar tiempo antes de apagar un motor diésel. Es una idea instalada en muchos conductores y varios habrán compartido con personas que al terminar un viaje, esperaban unos minutos antes de apagar el motor.
Para conocer esa respuesta, le consultamos a Francisco Inglés Ñanculeo, docente de la Escuela de Ingeniería y Recursos Naturales Duoc UC sede Maipú
Según el experto, tomarse esos segundos es lo correcto. “Sí, es lo sugerible, independiente que muchos fabricantes de vehículos y camiones no den aquella indicación como proceso de detención de un motor. Hay que destacar que son motores sobrealimentados con un turbo compresor de aire, el cual permite un mayor ingreso volumétrico de aire comprimido hacia el interior del motor, llenando forzadamente todos los cilindros constantemente en su funcionamiento”.
La razón fundamental que hace sugerible dejar pasar unos minutos es que “cuando uno detiene repentinamente el motor, se puede producir un desgaste excesivo en los bujes o rodamientos, ya que automáticamente se detiene la bomba de aceite cortando el circuito de lubricación hacia el turbo y generando desgaste de los mismos materiales, lo que se suma a las altas temperaturas a las que puede estar sometido el mismo turbo al estar en constante funcionamiento. Si uno le da tiempo de detención en ralentí como con el uso de un accesorio eléctrico conocido como Turbo Timer puede compensar esta necesidad de protección, permitiendo de esta manera dos grandes cosas: Bajar las velocidades de giro del eje central del turbo, cosa que cuando se detenga el motor no quede girando prolongadamente sin lubricación, y segundo, que al mantenerse en funcionamiento en ralentí después de sacar la llave de contacto pueda refrigerarse o bien, bajar la temperatura del mismo para evitar que el aceite en su interior se queme generando carbonilla o partículas solidas que a la larga dañarán al mismo turbo”, comenta Inglés Ñanculeo.
Aunque parezca una obviedad que todos los elementos mecánicos deben protegerse, en el caso específico los cojinetes, bujes o rodamientos, es “porque si se llegan a desgastar dichas piezas, provocará que el buje y anillos de sellos del turbo comiencen a filtrar aceite del mismo hacia el lado de la admisión del motor, generando una contaminación no deseada en la admisión con un hidrocarburo que puede provocar auto detonación y que el motor diésel se acelere por sí solo a altas revoluciones, humeando constantemente blanco, ya que es aceite en exceso que no se quema al 100% y peor aún, es que ese aceite es el encargado de lubricar a todo el motor, y si no se detiene de forma rápida ante esa situación, el motor completo se fundirá por falta de lubricación que se quemó en la combustión”.
En conclusión, cuando una persona haga un viaje con un auto diésel, lo recomendable es dejarlo en ralentí, a las revoluciones mínimas que puede estar en funcionamiento un motor, por unos dos minutos. Esto permitirá que el aceite lubrique el turbo y que el resto de las piezas disminuyan su temperatura, evitando de esta manera complicaciones que solo nos harían gastar dinero en reparaciones.
¿Mito o realidad? Realidad.