Uno de los procesos complejos que experimenta una marca automotriz es cuando intenta revivir un nombre legendario. La historia, los recuerdos y el cariño de los fanáticos son elementos que no son sencillos de satisfacer. Si a esa situación se le agrega un cambio en el foco del público al que apunta, la tarea es todavía más difícil y el golpe puede ser muy duro.
Para atreverse a un cambio de esta magnitud, la confianza en el producto debe ser enorme, incluso superior a la que se tiene al momento de estrenarse un nuevo vehículo. Y es precisamente esa seguridad la que demostró Mitsubishi al develar en nuestro país el Eclipse Cross, un utilitario que toma el nombre del recordado deportivo japonés, pero que le agrega un apellido para entrar a batallar en el segmento de mayor crecimiento, el de los SUV.
“Hasta hace dos meses teníamos solo dos modelos en el segmento de SUV (Outlander y Montero Sport), pero donde está el mayor volumen de ventas no teníamos presencia. Y ahora tenemos el ASX, que ha sido un éxito -y que en diciembre sumará una variante con caja automática- y el Eclipse Cross, que entra a un segmento compacto-mediano, con un diseño atractivo, distinto y transversal”, precisó Gustavo Torrens, gerente general de Mitsubishi Motors Chile, quien aprovechó para comentar sobre la relación con el modelo antiguo que “eso es algo del pasado, el nuevo modelo va a volar por sí solo”.
» Alta seguridad
El Eclipse Cross llega en un momento expectante para Mitsubishi. En un año donde la marca espera colocar por primera vez 17 mil unidades en el mercado nacional (con un 45% que le correspondería a la camioneta L200), los SUV también quieren cobrar protagonismo, al punto de que en la marca nipona esperan tomar el 5% del total del segmento.
Para eso, confían en el buen momento que vive Outlander, la estabilidad de Montero Sport, la gran aceptación que ha logrado el ASX desde su relanzamiento hace dos meses y el apoyo que entregará Eclipse Cross, modelo del que esperan colocar un centenar de unidades mensuales.
Entre las virtudes que le permiten ilusionarse con esos resultados al modelo que comparte plataforma con el ASX y que mide 4.405 mm de largo, destaca su estética coupé con una pronunciada caída del techo en el pilar trasero, a lo que se suman líneas angulosas y formas 3D en los laterales.
A nivel motriz, cuenta con un motor 1.5 turbo que desarrolla 147 Hp y 250 Nm, asociado a una caja manual de seis marchas o una CVT, que dependiendo de la versión puede incorporar una función Sport. El sistema de tracción es simple o 4WD para el tope de gama.
Sobre las versiones, se ofrecerá en cuatro alternativas. Las primeras dos opciones (con precios de lista de $ 13.990.000 y $ 15.990.000) se diferencian por la presencia de transmisión manual de seis marchas o una CVT, e incorporan luces de posición led, barras de techo, llantas de aleación de 18″, pantalla digital multifuncional, cámara de retroceso, mandos de audio al volante, bluetooth y climatizador, entre otros.
En seguridad, lo más interesante es que incorpora de serie siete airbags, además de frenos ABS EBD y control de tracción y estabilidad. La versión siguiente ($ 18.490.000) agrega al equipamiento base una opción de manejo sport en la caja CVT, neblineros, climatizador dual, sunroof eléctrico, advertencia de punto ciego y sistema de mitigación de colisión frontal, y la tope de gama ($ 19.490.000) dispone de tracción a las cuatro ruedas y asientos de cuero ecológicos con calefacción.
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