El actor Rowan Atkinson, conocido por interpretar a Mr. Bean, es un auténtico petrolhead... coleccionista de autos, habitual de las carreras de clásicos e incondicional del Festival de la Velocidad de Goodwood. Es un hombre que sabe mucho de autos.
De ahí, que el medio británico The Guardian considerara que es una voz lo suficientemente autorizada como para hablar de la situación actual de la industria del automóvil en una columna de opinión, la cual se centra los vehículos eléctricos.
Atkinson aclara antes que “él debería saber algo”, ya que estudió ingeniería eléctrica y electrónica, y lleva 18 años conduciendo autos electrificados, en tanto, que su primer 100% eléctrico se lo compró hace 9 años, según él “a pesar de nuestra deficiente infraestructura de carga eléctrica”, refiriéndose a la red pública de cargadores de Reino Unido.
Pues bien, lo que señala el actor inglés es que ha disfrutado, tanto con los autos híbridos como con los cero emisiones, especialmente con estos últimos porque son “rápidos, sencillos y, hasta hace poco, muy baratos de conducir”, pero también asegura sentirse un poco engañado porque “cuando comienzas a profundizar, la movilidad eléctrica no parece ser la panacea ambiental que se dice que es”.
Con ello, Atkinson se refiere a que las normativas que buscan imponen la electromovilidad, solo se basan en lo que sale del tubo de escape. Sin embargo, no consideran todas las emisiones que generan los vehículos a lo largo de su vida útil, desde su fabricación hasta su achatarramiento.
El cómico habla de las emisiones que se producen durante el proceso de producción del vehículo y del problema que suponen las baterías de iones de litio instaladas actualmente en casi todos los vehículos eléctricos: “son absurdamente pesadas, se requieren muchos metales de tierras raras y enormes cantidades de energía para fabricarlas”.
Atkinson aclara que se está haciendo un gran esfuerzo para encontrar algo mejor y opina que las baterías de iones de litio no deberían ser la única solución. Habla de las baterías de estado sólido como alternativa, porque pueden cargarse más rápido y pesar aproximadamente un tercio que las de iones de litio de características similares, por lo que serían mucho más eficientes.
Eso sí, aclara que “faltan años para que estén a la venta” y que, para cuando lleguen, “se habrán fabricado millones de autos eléctricos con sobrepeso con baterías que se quedarán obsoletas rápidamente”.
Por último, el interprete de Mr. Bean siente que “nuestra luna de miel con los autos eléctricos está llegando a su fin”, pero asegura que “eso no es malo” porque, gracias a ello, “nos estamos dando cuenta de que es necesario explorar una gama más amplia de opciones si vamos a abordar adecuadamente los graves problemas ambientales, problemas que ha creado nuestro uso del automóvil”.