El auto que ilustra estas lineas nace fruto de la unión entre Mini Design, BMW Motorsport y la FIA, con el objetivo de velar por la seguridad en la Fórmula E. Así es, se trata del Mini Electric Pacesetter, el nuevo Safety Car de la citada disciplina de monoplazas eléctricos, el cual debutará en Roma el próximo 10 de abril.

Al volante de este auto de seguridad estará el piloto Bruno Correia, quien destacó lo siguiente: “Agilidad, rendimiento, un auto de aspecto atractivo: el MINI Electric Pacesetter para el Campeonato Mundial de Fórmula E de la FIA lo tiene todo. Es muy divertido de conducir, se siente como un kart”.

El Mini Electric Pacesetter combina la propulsión eléctrica y el espíritu deportivo de los John Cooper Works, para dar paso a una versión muy radical reservada exclusivamente para la pista.

Eso sí, la marca británica quiere enviar un mensaje con este modelo: “esta versión extrema del Mini Eléctrico se ha desarrollado como auto de seguridad para la Fórmula E, por lo que claramente no está pensada para su uso en carreteras. Sin embargo, revela una de las direcciones que podríamos tomar con la electrificación de la marca JCW. Para mí, el mensaje es claro: la electrificación y John Cooper Works encajan bien”, comentó Bernd Körber, director de Mini.

Ligero y potente

Con el objetivo de cumplir con los principios de diseño ligero de la FIA, este Mini reduce su peso en 130 kilos respecto del Cooper SE, anotando 1.230 kilos.

Por otro lado, monta una suspensión de competición - que permite ajustar el rebote, la compresión, la altura y la inclinación- para ofrecer “la máxima sensación de kart”. Todo ello con unas vías ensanchadas 10 mm, frenos de cuatro pistones y unas llantas forjadas de 18 pulgadas –procedentes del Mini JCW GP– montadas sobre unos neumáticos Michelin Pilot Sport (245/40 R18).

Bajo el capó se encuentra un propulsor basado en el del citado Mini Cooper SE, por lo que produce 184 caballos de potencia y un par máximo de 280 Nm (10 Nm adicionales). El eje delantero es el encargado de digerir toda la energía, previo paso por una transmisión de una sola velocidad, siendo capaz el Pacesetter de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos (seis décimas más rápido que el Mini Cooper SE), al mismo tiempo que completa el 80 a 120 km/h en 4,3 segundos.

Estéticamente, llaman la atención los pasos de rueda adaptados al ancho de vía del coche y el profundo faldón delantero con divisores adicionales a la izquierda y a la derecha, así como las llamativas aberturas, casi cuadradas, para la refrigeración de los frenos.

En el lateral destacan los faldones impresos en 3D con fibra de carbono reciclada y en la zaga los protagonistas son el prominente alerón trasero, los pasos de rueda ensanchados y el llamativo difusor.