La electromovilidad y el downsizing han tenido un gran efecto en la industria automotriz para obtener una mayor economía de combustible y una baja en las emisiones. Un segmento que se había salvado hasta el momento era el de los muscle cars, con sus potentes motores V8.

Sin embargo, esta configuración parece tener sus días contados y las bestias americanas optarían por motorizaciones híbridas. Eso es al menos lo que se desprende del movimiento de Ford, que registró una patente dando a conocer las intenciones de la marca y que llegarán al icónico Mustang, tal como ya había anunciado en 2017.

Ford Mustang

La patente registrada por Ford en 2017, se dio a conocer recién la semana pasada y consiste en un motor montando longitudinalmente que transmite la tracción a las ruedas traseras que funciona en conjunto con dos motores eléctricos montados uno en cada rueda delantera.

La explicación de la patente del sistema híbrido de Ford dice: "Vehículo eléctrico híbrido que incluye un sistema de tracción trasera. Por ejemplo, el sistema de tracción trasera incluye un motor de combustión interna configurado para impulsar las ruedas traseras del vehículo, y el sistema de tracción delantera incluye un primer motor eléctrico montado directamente en los lados opuestos del motor. El primer motor eléctrico está acoplado a una primera caja de cambios de reducción para impulsar una primera rueda delantera del vehículo, y el segundo motor eléctrico está acoplado a una segunda caja de cambios de reducción para impulsar una segunda rueda delantera del vehículo".

Ford Mustang

Lo único que se sabe por el momento, es que Ford dijo hace un tiempo que el Mustang híbrido "entregaría potencia de un V8 y aún más torque a bajas revoluciones". Lo que podría significar que el próximo pony car podría montar un motor EcoBoost unido a dos motores eléctricos.

Aunque la patente indica que el motor de combustión interna podría ser cualquiera mientras esté montado longitudinalmente. De hecho, un dibujo del documento de la patente, muestra un V8 unido a la propulsión eléctrica, por lo que aún hay esperanzas para los fanáticos más puristas de los muscle cars. Los ocho cilindros parecen resignarse a morir.