Tuve la oportunidad de manejar la primera generación del Nissan Leaf hace casi una década. Lo probé en la cuesta Chacabuco, pero en ese entonces el auto debió llegar en grúa hasta donde comenzaba el ascenso. Básicamente, no sabíamos cómo se iba a comportar ni cuál sería su autonomía con las subidas y bajadas que haríamos a la famosa cuesta. Solo agradezco que la grúa haya esperado... mi primer acercamiento a los autos eléctricos estuvo lejos de ser agradable.
Casi 10 años después vuelvo a subirme al Leaf. Mis manos ya tienen el placer de haber conducido todos los eléctricos que se venden en Chile y algunos que aún no arriban. La segunda generación del eléctrico más vendido del mundo me muestra sus credenciales con un diseño mucho más en línea con el resto de la familia Nissan, manteniendo un buen coeficiente aerodinámico de 0,28. Por eso cuenta con la parrilla V-Motion, que en vez de tener rejilla tiene una mica color azul que acompaña a los delgados focos led, y en su perfil se diferencia con esa caída del pilar C que le da un pequeño aire de SUV y de algunos hatchbacks actuales, como si fuera un techo flotante. En la zaga, unos afilados focos y la marcada separación entre parachoques y portalón.
En el interior hay un buen espacio para los ocupantes y tiene una buena capacidad de carga en el maletero. Su diseño está completamente en línea con los otros productos de la marca, teniendo buena elección de los materiales y detalles en las terminaciones. Destaca la palanca de cambio tipo joystick.
Si bien es fácil de conectar al uso de manos libres, un auto de estas características ya debería ofrecer un sistema de infoentretenimiento mejor y más elevado. Se extraña esa tecnología a bordo. Contrario a muchos, una de las cosas que agradezco de los autos eléctricos es el silencio. Y no porque no me guste el sonido del motor, sino porque esa ausencia de ruido permite, de verdad y al menos a mí, bajar las revoluciones y calmar el ajetreo diario.
Con una buena posición de manejo (bastante alta para ser un hatchback), el Leaf tiene buena visibilidad para todos los lados y con muy buena luminosidad interior. Como buen eléctrico solo es necesario poner el cambio de directa y su respuesta al acelerador es inmediata. Si bien su plataforma sigue siendo menos atractiva que la de otros eléctricos, sí hay que reconocer que el avance entre una y otra generación es abismante en su andar. Acá incluso podemos encontrar un manejo bastante más atractivo, no deportivo, de lo que era la antigua generación. Eso sí, si quiere divertirse tenga claro que la autonomía bajará considerablemente.
Ahora, si su idea es tratar de tener la mayor autonomía, puede elegir el modo Eco, que a pesar de que limita bastante la potencia, sigue siendo un auto correcto para el uso en ciudad. Además, el Leaf cuenta con el sistema ePedal, el cual permite conducir con un solo pedal, ya que al levantar el pie del acelerador, el Leaf automáticamente se desacelera. Y es tan eficiente, que incluso es posible detener el auto sin usar el freno. Y más interesante es porque cada vez que se hace eso se está recargando la batería.
Aún queda el tema de la recarga completa de la batería, que en un enchufe convencional no baja de las 20 horas, por lo que se recomienda tener los Wall Box, que con seis horas se carga completamente.
A favor
Buen diseño exterior, silencioso y mejora importante en la autonomía que puede llegar a los 300 kilómetros. Posición de manejo alta, buena visibilidad y un buen nivel de conducción.
En contra
Su sistema de infoentretenimiento es muy básico para el precio y para el concepto del auto. La recarga de las baterías aún es muy lenta y su precio sigue siendo muy elevado.
Ficha Técnica Nissan Leaf:
» Motor: eléctrico (110 kw)
» Potencia: 147 Hp
» Torque: 320 Nm
» Batería: 40 kWh ion-litio laminada
» Tracción: delantera
» Maletero: 435 litros
» Precio: $ 31.290.000