El primero en hacerlo fue Porsche. En ese entonces, la decisión de la firma alemana de construir un SUV fue altamente criticada y reprobada por los más puristas. Sin embargo, fue un acierto, sin lugar a dudas, que impulsó fuertemente sus ventas. Un ejemplo, que otros fabricantes deportivos y de lujo han seguido.
El más reciente en anunciarlo es McLaren. Los de Woking van a confiar en este tipo de carrocería para salir de la mala situación financiera que atraviesan desde hace unos años. Y es que los SUVs triunfan en absolutamente todos los segmentos, incluido el de autos de lujo.
Eso sí, Michael Leiters, CEO de la marca británica, se niega a utilizar las palabras SUV o crossover. En una entrevista concedida al medio Road & Track, el ejecutivo habla de un vehículo de “rendimiento compartido”, es decir, de un auto de altas prestaciones que permita compartirlas con más gente de la que permiten los McLaren actuales.
Por otro lado, y respecto de su motorización, Leiters pretende es que el nuevo McLaren sea un híbrido enchufable. Esto se debe a que quiere utilizar uno de los sistemas PHEV existentes de la compañía, ya sea el V6 que se encuentra en el Artura o, más probablemente, dada la masa adicional de un SUV, el V8 más potente que McLaren ya ha confirmado para el sustituto del 750S.
McLaren podría unir fuerzas con un socio para utilizar una plataforma ya existente y no tener que desarrollar una propia. BMW podría ser ese aliado de la marca británica.
Así lo ha reconocido Leiters: “Creo que la forma inteligente es asociarse tecnológicamente, encontrar un socio y crear sinergias, pero no perder nada que sea fundamental para McLaren y el ADN de nuestra marca. Si fabricamos un PHEV, queremos entender si podemos utilizar nuestro propio sistema de propulsión. Integrar nuestro sistema de propulsión en una plataforma existente sería el mundo ideal”.