Actualmente el precio del litro de la bencina de 97 octanos bordea los $ 1.000 en algunas estaciones de servicio de Santiago. Esa cifra, que hace solo algunos años parecía inalcanzable, facilita por un lado las cuentas de los automovilistas (ej: un estanque de 50 litros se llena con casi $ 50 mil y uno de 35 litros, con casi $ 35 mil), pero supone un enorme gasto para el bolsillo. ¿Qué se puede hacer al respecto? O se utiliza menos el auto, algo poco realizable bajo el actual contexto en desplazamientos largos, o se ajusta la manera de conducir para consumir el mínimo posible de combustible. Aquí te dejamos algunos consejos para que el gasto a final de mes sea el más contenido posible:
Planificando el viaje
Si tienes pensado hacer un viaje, sobre todo por carretera, es mejor que seas capaz de prever cómo estará el tráfico en el día y hora de tu salida. Es recomendable que, en la medida de lo posible, planifiques tu trayecto en un momento del día en el que el tráfico sea fluido, bajo el entendido que un taco hace que aumente el tiempo de funcionamiento del motor y así también el consumo se vea mermado por frenadas y aceleraciones constantes a muy bajas rpm. Al final de cuentas el consumo más grande de combustibles se produce cuando el vehículo sale de la inercia.
Neumáticos inflados: ni más ni tampoco menos
Otro ítem que a menudo se pasa por alto, pero resulta central para obtener buenas cifras, es el del inflado de neumáticos. Es muy importante que chequees la presión de las cuatro ruedas, especialmente antes de hacer un viaje largo.
En el marco de la puerta o en el manual del usuario encontrarás expresado en libras por pulgada cuadrada (PSI, de Pounds per Square Inch) o en bares, la cantidad exacta que deben llevar los neumáticos. Cuando la rueda tiene menos presión de la recomendada, el motor debe hacer siempre mayor esfuerzo para mover el vehículo, lo que evidentemente perjudica el rendimiento de km/l. Poner más de la presión tampoco es lo correcto e incluso puede resultar peligroso, porque el neumático no se apoya por completo, sino solo en la parte central, perdiéndose el agarre natural de un neumático en contacto con el suelo en todo su ancho. Así se chequea la presión.
Solo lo necesario a bordo
Si eres de los que se lleva todo dentro del auto en un viaje, aun cuando son elementos que no vas a utilizar, entonces deberás repensar las cosas. Si has conducido por cuestas, te darás cuenta que no es lo mismo subir solo que hacerlo con pasajeros. Es natural que los motores deban hacer más esfuerzo cuando el vehículo está más cargado. Por ello resulta lógico, que todo objeto que sea prescindible, quede fuera del vehículo. Revisa el maletero y ve si hay algo que esté sobrando...
Velocidad constante
Este consejo sea quizá el que sea más exclusivo para la conducción en carreteras. Debes procurar llevar siempre una velocidad constante y que tu estilo de conducción se anticipe a las situaciones que parecen evidentes.
Así, el acelerador debe ir la mayor parte del tiempo pisado para mantener los 100, 120 km/h o la velocidad que desees (dentro de los márgenes legales), pero no ir soltando y volviendo a acelerar sin motivo alguno. Asimismo, si ves que delante tuyo un auto va a adelantando a otro y les darás alcance, entonces comienza por desacelerar, quitando un poco el pie del acelerador, para que no llegues a ponerte detrás de los vehículos para dar una frenada de última hora. En el fondo, todo debe propender a moverse muy poco de esa velocidad a la que prefieres conducir.
Aire acondicionado cuando sea necesario
Es un hecho que un sistema de aire acondicionado no es inocuo al rendimiento de combustible en cualquier vehículo. En mayor o menor medida, dependiendo del auto, el aire acondicionado imprime una mayor carga sobre el motor.
De esta forma, no es ninguna novedad que sea mejor utilizar la climatización de manera óptima. Así, en meses de otoño o invierno el aire acondicionado debería permanecer casi siempre apagado. Para renovar el aire de la cabina basta con setear la entrada de aire desde fuera y fijar la perilla de temperatura a gusto (esto también impide el empañe de los vidrios). En primavera y verano, el aire debería funcionar solo cuando sea necesario y con el modo de recirculación activado, de manera que ese aire frío sea siempre el mismo y no que el sistema vaya enfriando constantemente nuevos flujos calientes captados del exterior.
En los autos con climatizador igualmente puede apagarse la función AC.
Finalmente, debes tener claro que las mantenciones generales del auto son impostergables. Es un hecho que las bujías desgastadas -responsables de que el combustible se queme correctamente en un motor bencinero- repercuten en un mayor consumo. Asimismo, jamás intentes ahorrar dinero cargando tu estanque con un octanaje menor al recomendado (ver explicación detallada).
¡Trata con estos consejos y ve si tu auto mejora los consumos!