Durante los últimos seis años el sistema de transporte público metropolitano, Red Movilidad, ha incorporado 2.000 buses eléctricos a las calles de Santiago, lo que representa el 31% del total de sus vehículos y la instala como la segunda flota más grande del mundo después de China.
Los buses 100% eléctricos son vehículos cero emisiones, silenciosos, cómodos, seguros. Además, permiten reducir los costos de mantenimiento y costos de energía por kilómetro.
Bajo ese contexto, Copec Voltex -empresa que energiza el 50% de la flota eléctrica de la ciudad a través de 11 electroterminales construidos entre 2020 y 2023- profundizó el aporte medioambiental asociado a la infraestructura de carga eléctrica, cuyos beneficios también se traspasan a las comunidades que viven en su entorno.
En coordinación con el Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM), la compañía encargó un estudio al Dictuc S.A., que analizó y comparó las emisiones y niveles de ruido entre el área de operación a diésel de un terminal mixto en Maipú y un terminal de buses eléctricos en Peñalolén, de forma de ejemplificar las diferencias entre ambas tecnologías.
Tras revisar las mediciones, que se desarrollaron durante los meses de junio y julio de 2023 -considerando las condiciones de uso normales de los terminales - se pudo identificar que un terminal de buses eléctricos genera hasta la mitad de potencia sonora que un terminal a diésel.
Según el estudio, la operación de un terminal tradicional generó 63 decibeles en promedio semanal, lo que es considerado un nivel de ruido elevado, equivalente a una conversación en voz alta o un restaurante lleno de gente conversando. En contraste, el electroterminal analizado generó 59 dB, un nivel cercano al ruido de una oficina promedio, lo que está en línea de ruido aceptable para el estándar OCDE. Esa diferencia de 4 dB equivale a cerca de la mitad de la potencia sonora del terminal tradicional.
Como punto de comparación, el nivel de ruido del tráfico de una ciudad o de un electrodoméstico muy ruidoso está entre 70 dB y 80 dB.
Por otro lado, tras revisar las mediciones, que se desarrollaron durante los meses de junio y julio de 2023 -considerando las condiciones de uso normales de los terminales, las estaciones de monitoreo de calidad del aire en Santiago y para los días de mediciones sin precipitaciones, otro resultado relevante del estudio es que la operación de buses eléctricos en un terminal implica una disminución importante de emisiones de material particulado que respiran los trabajadores y la comunidad circundante.
De acuerdo con el análisis del Dictuc S.A., un electroterminal concentra hasta un 42% menos de material particulado que el área de operación de buses diésel de un terminal mixto. Esto pues, al comparar los valores de concentraciones de 24 horas de material particulado fino (MP2,5) en ambos terminales, el terminal de Peñalolén registró en promedio un 42,4% de menor concentración respecto al terminal de Maipú.
Paola Tapia, directora del DTPM, destacó que “valoramos los resultados de este estudio, porque dan cuenta de la importancia de que hace seis años Chile haya sido pionero en electromovilidad en el mundo. El haber traído los primeros buses eléctricos en 2017 y hoy consolidar a Santiago como la ciudad fuera de China con más buses eléctricos es un aporte al combate del cambio climático, en particular en cuanto a niveles de emisiones contaminantes y también de ruido, como así lo reflejan los resultados entregados.
Francis David, Subgerente Comercial de Copec Voltex, señaló que “el desarrollo de la electromovilidad en el sistema de transporte público es una oportunidad para mejorar la calidad de vida de pasajeros, trabajadores y vecinos, que son testigos de los beneficios ambientales, y así lo ha demostrado este estudio. En Copec, fieles a nuestro compromiso con la movilidad sustentable, seguiremos aportando con el desarrollo de infraestructura para impulsar esta tecnología, que sabemos es clave para cumplir meta país de alcanzar un transporte público 100% eléctrico en 2040″.