Han sido varias las medidas que ha adoptado la industria automotriz desde que comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania a fines de febrero. Por ejemplo, antes de que pasaran 48 horas desde que se había iniciado el conflicto, la industria automotriz reaccionó y marcas como Audi, General Motors, Jaguar, Land Rover y Porsche, dejaron el territorio ruso. Ahora fue el turno del Grupo Renault, que si bien ya había anunciado el cese de sus fábricas, ahora tomó una decisión más radical.

La marca francesa anunció mediante un comunicado que por unanimidad el grupo decidió vender su participación del 67,69% en Avtovaz (empresa matriz de Lada) a NAMI, organismo estatal que se encarga de homologar los vehículos nuevos.

Luca de Meo, CEO del Grupo Renault se refirió al respecto y afirmó que “Hoy hemos tomado una decisión difícil pero necesaria; y estamos haciendo una elección responsable hacia nuestros 45.000 empleados en Rusia, preservando el desempeño del Grupo y nuestra capacidad de regresar al país en el futuro, en un contexto diferente. Confiamos en la capacidad del Grupo Renault para acelerar aún más su transformación y superar sus objetivos a medio plazo”.

Según medios españoles, el precio de la transacción de esta operación fue a un valor simbólico y le traerá a Renault pérdidas que se estiman en los 2.200 millones de euros. Cabe señalar que en caso de que la marca francesa desee revertir esta decisión, podrá activar una opción de compra de AvtoVAZ en los próximos seis años, pero probablemente sea muy costosa.

Ahora todos los activos que tenía Renault en Rusia serán traspasados al Estado y el mismo Ministerio de Industria y Comercio del país anunció que “Se han firmado acuerdos para la transferencia de los activos rusos del grupo Renault a la Federación Rusa y al gobierno de Moscú”.

Todo esto se enmarca en un contexto en el que aún sigue el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que a la fecha ya suma seis semanas y los coletazos en la industria automotriz se siguen acrecentando.