Tremenda evolución y muchos cambios para seguir siendo orgullosamente una Vespa genuina, como la ideada y fabricada en Italia hace más de siete décadas. Es divertida, muy ágil, cómoda, práctica, tan sencilla de conducir que a ratos ese cartel de "la más potente de todo lo fabricado hasta ahora" tiene una suerte de carga que es bueno poner en su lugar: la motoneta es más rápida que cualquier scooter pequeño que se le ponga al lado, pero eso no la convierte en un cohete o algo por el estilo. ¿Es briosa? Bastante. ¿Es una máquina incontrolable? Tampoco.
De todos modos, sí es relevante el rol que juega su nuevo motor: el HPe (High Performance Engine) de 278 cc y enfriado por líquido. Está basado en una sola culata con un árbol de levas y una serie de desarrollos minuciosos para conseguir más eficiencia y más poder, escalando hasta casi 24 caballos de fuerza, lo que sí constituye todo un hito en más de 70 años de historia del modelo. Y se sienten, por eso les digo. Desde un semáforo en rojo esperando el verde y plantado al lado de poderosas chicas de cilindrada alta, créanme que se puede salir primero en los tramos iniciales, luego, agraviadas, las grandotas te la cobrarán, pero fuiste feliz y todo un señor del desaire al menos por 50 metros…
Sobre su andar en general, gozaremos de una moto atlética, fácil de manejar, sin ruidos ni vibraciones, que copia bien las curvas siendo posible reclinarla en los zigzag. A ver, no hablo de poner la rodilla en el suelo, no nos pasemos de rosca… Su potencia me permitió estirar la máxima cerca de los 125 km/hora. Lo que me gustó de este momento fue su estabilidad y el hecho de no sentirla sobrerrevolucionada. Esa metáfora de la juguera en modo high acá no ocurre. Bien. Y esto se traduce en que puedo mantener 115 incluso 120 km/hora por un tiempo prolongado, lo que la faculta para ir por autopistas sin complejos. No tengo protección de pantalla contra el viento y eso será lo único que desgaste mi avance contra el choque del viento por mucho tiempo.
Esta es una versión súper sport, con detalles y acabados que van desde su pintura azul mate, aplicaciones en rojo, llantas negras y hasta vistosas costuras del asiento en dos acabados de materiales finos de cuero. Todo un esmero casi artesanal.
La versión probada destaca por su iluminación, que en general es ciento por ciento led, aunque los detalles, como el borde del foco principal, sugieren el alma ancestral de este transporte que cambia, cambia y cambia para seguir fiel, más que ninguno, al momento y la estampa de su nacimiento, cuando los italianos la vieron como un medio de transporte sencillo, práctico y al alcance de todo para poner a mover un mundo y unas vidas que la Segunda Guerra había devastado hasta las cenizas.
El espacio debajo del asiento puede albergar dos cascos simples, como el retro que usé para la prueba y que se ve en las fotos. Uno integral, grande, como mi clásico Touratech, no cabe. Ojo ahí. De todos modos esta Vespa me resulta muy práctica por ese espacio debajo del asiento, una guantera frente a mis rodillas y la posibilidad de enganchar la mochila y llevarla entre mis piernas.
Los frenos de disco delantero y trasero reciben el refuerzo de un ABS que cada vez que lo sentí me pareció eficaz y ajeno al aspaviento que he notado en otras motos armadas sin la pulcritud, esmero y amor al arte que trasunta esta italiana de tan delicada y propia presencia. ¡Ah, que no se me olvide: me dio como 30 kilómetros por litro… ¡Se pasó esta Súper Vespa!
Ficha técnica Vespa S 300
» Motor: 278 cc. » Transmisión: automática. » Potencia: 23,8 Hp a 8.250 rpm. » Torque: 26 Nm a 5.250 rpm. » Largo: 1.950 mm. » Altura asiento: 790 mm. » Estanque: 8,5 litros. » Neumático delantero: 120/70 12. » Neumático trasero: 130/70 12. » Precio: $ 5.090.000