Polonia toma las banderas y debuta con su propia marca de autos eléctricos
Se trata de la compañía Izera, una esfuerzo conjunto de cuatro compañías energéticas de ese país. Debuta con dos modelos conceptuales: un hatchback y un SUV.
Hace un año te contábamos del caso de Polonia, que para muchos podría resultar peculiar. Es que ese país puerta a Europa del Este (lo conocimos y te lo contamos en 2016) aparecía como el tercero del Viejo Mundo con más fuerza laboral involucrada en el sector automotor (ver nota). Eso aun cuando no tiene una marca propia de autos, sino que solo se dedica a la producción de vehículos livianos y pesados de otras firmas alemanas, italianas o japonesas, entre otras. Pero eso puede cambiar muy pronto, ya que hace unos días se presentó Izera, una marca de autos eléctricos que viene gestándose desde 2016 y que promete poner sus autos en las calles antes de 2025.
La marca es fruto de la alianza de cuatro de las más grandes empresas de energía de Polonia (PGE Polska Grupa Energetyczna S.A., Energa S.A., Enea S.A. y Tauron Polska Energia S.A.) y su debut estuvo basado en dos autos conceptuales. El primero es un hatchback y el segundo, cómo no, un familiar compacto. Ambos vehículos aún no tienen nombre, pero al menos ya se sabe algo de su autonomía, la que superaría los 400 km, de acuerdo con el ciclo de homologación WLTP.
Respecto del diseño, el par conceptual de Izera luce bastante futurista, pero no más que cualquiera de los vehículos eléctricos de las marcas generalistas como los e-tron de Audi, EQC de Mercedes-Benz o la familia ID de Volkswagen. La ingeniería de diseño ha sido encargada a Italia, en concreto a Torino Design, que lo ha dotado, por ejemplo, de manillas retráctiles.
Como resulta también habitual en autos de cero emisiones, el interior es muy minimalista. Luce dos pantallas en el tablero, una que cumple las veces de panel de instrumentos y otra que sirve para el infoentretenimiento. Predomina una línea recta en el tablero y destaca un volante con forma de D, imprimiendo un aire de mayor deportividad.
De concretarse el anhelo polaco de una marca propia, habrá que decir que se sumará a lo que ya hizo la industria de ese país hace medio siglo cuando dio vida a modelos tan recordados como el Syrena o el entrañable Polski Fiat 126p, producido bajo licencia por la Fabryka Samochodów Małolitrażowych por más de un cuarto de siglo, entre 1973 y 2000.
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