¿Por qué las mantenciones de los autos eléctricos son hasta un 80% más baratas que las de uno a gasolina?
Los autos eléctricos son menos complejos mecánicamente, por lo que las mantenciones preventivas no son tan frecuentes como las de un vehículo con motor a combustión.
Como toda nueva tecnología, los autos eléctricos no son baratos. Más aún en países que carecen de incentivos a la compra, como es el caso de Chile. De ahí, que más allá de que su oferta se ha ampliado notoriamente durante los últimos años, los modelos de este tipo más “económicos” hoy disponibles en nuestro país, tienen precios que fluctúan entre los $30 y $45 millones. Ver ¿Pensando en comprar un auto eléctrico? Aquí te mostramos los 10 más económicos.
Sin duda, una traba para muchos al momento de considerarlos como opción. Ahora bien, aparte del precio de compra, hay varios otros aspectos que definen el costo global de tener un auto. Entre ellos, el valor del combustible, el de mantenimiento, el del seguro, el del permiso de circulación... Al fin y al cabo, el gasto que supone tener un vehículo va mucho más allá de lo que nos cuesta sacarlo del concesionario.
Así que cuando hablamos de costo operativo, el auto eléctrico es mucho más competitivo en varios de los puntos mencionados anteriormente. Por ejemplo, en lo que se refiere a la mantención. Y la razón es bien sencilla: carecen de un motor térmico y, por tanto, de cientos de piezas y componentes móviles que se desgastan con el uso y el paso del tiempo.
Más simples, menos fallas, más baratos
Lo queramos o no, la electromovilidad llegó para quedarse. En Chile, se vendieron casi siete mil autos de cero y bajas emisiones el año pasado, incluyendo 1.295 eléctricos puros (132% más que en 2021). Por lo que cada vez en más común verlos en las calles, o en alguna estación de recarga.
Aún así, todavía hay mucho desconocimiento y reparos por parte del consumidor en cuanto a su tecnología, uso y potenciales fallas. Lo cierto, sin embargo, es que un auto eléctrico es un vehículo mucho más simple que uno de combustión, ya sea de gasolina o diésel.
“Contrario a lo que comúnmente se puede pensar sobre las preocupaciones de tener un auto eléctrico, ya sea por considerarlo muy complicado o por desconocer su funcionamiento; la gran ventaja es que tienen menos piezas expuestas a desgastes o que no necesitan reemplazo”, señala Irene Gálvez, gerente de negocios de Hyundai, firma comercializa en Chile el Kona EV.
Cita que Maximiliano Sfeir, gerente de Maxus -actualmente líder en ventas de este tipo de vehículos en el país-, complementa diciendo que: “el sistema de propulsión de los autos eléctricos es mucho más confiable, ya que su motor a batería prescinde de correas de distribución, filtros y otras piezas móviles como pistones, bielas y cilindros, entre muchas más. Esto también evita que tengamos que reemplazar cada cierto tiempo el aceite que lubrica los motores a combustión, generando así intervalos de mantención más extendidos, tanto en kilometraje como en tiempo”.
Si bien depende exclusivamente de lo que recomiende cada fabricante, por lo general, la primera mantención de un auto eléctrico se hace a los 20 mil kilómetros e incluso a los 30 mil km. Este último es el caso del Volvo XC40 Recharge, que para ese entonces solo requiere el cambio del filtro que protege el habitáculo.
A diferencia de su símil de combustión, el XC40 a secas, que realiza su primera mantención a los 10 mil km, puesto que necesita reemplazar el filtro de aceite, de aire y de combustible, entre otros.
“El costo de mantención entre ambos modelos se diferencia en cerca de un 80%, puesto que el de gasolina necesita tres mantenciones en lugar de una del eléctrico”, señala Pablo González, gerente técnico de Volvo Chile.
A modo de ejemplo, la mantención de los 30 mil km del Hyundai Kona eléctrico es casi un 30% más barata que la de mismo kilometraje del Kona híbrido, el cual monta un motor 1.6 Turbo GDI como base (179 Hp y 265 Nm) más un motor eléctrico de 44,2 kW de potencia (59 Hp) y 264 Nm. Así, mientras la del Kona EV cuesta $133.000, la del Kona HEV asciende a los $198.000.
Un menor costo de mantención respecto de sus pares con motor de combustion. Ventaja a la que Esteban Durán, Commercial After Sales Manager de SAIC Motor (fabricante y representante de MG en Chile), agrega “otros beneficios como el mejor precio de carga a comparación de la bencina y la exención del pago del permiso de circulación por dos años, entre otros”.
En general, los fabricantes hablan de que las mantenciones preventivas de un auto eléctrico son entre un 20% y un 80% más baratas que las de uno de combustión. Asimismo, concuerdan en que el carácter de éstas es más bien de inspección a los componentes, en lugar del reemplazo de éstos.
Eso sí, hay ciertos elementos que, al igual que los vehículos de combustión, sí incluyen los eléctricos, pero que se desgastan menos en estos últimos. Uno de los más evidentes son los frenos, cuyas pastillas y discos sí hay que cambiar, pero mucho más tarde, pues sufren menos el desgaste, ya que parte del frenado se hace con los motores eléctricos, generando una optimización de éstos.
“Los autos eléctricos de BMW y Mini no tienen pauta de mantención, pues disponen de un sistema de monitoreo del estado del vehículo en base al conteo de kilómetros, días y estilo de conducción, parámetros que definen los ítems a cambiar”, afirma Francisco Rojas, gerente de aftersales de las firmas mencionadas.
“El mantenimiento de nuestros autos eléctricos incluye principalmente revisión del estado y funcionamiento del vehículo, inspección de niveles, filtro de habitáculo y cambio de piezas de desgaste si fuera necesario”, agrega.
Podemos resumir el mantenimiento de un auto eléctrico de la siguiente manera:
- Cambio de neumáticos: cada dos años o 30.000 kilómetros.
- Cambio de pastillas de freno: cada dos años o 30.000 kilómetros.
- Cambio del líquido de frenos: cada tres años.
- Cambio de discos y pastillas de freno: cada cuatro años o 60.000 kilómetros.
- Cambio de batería de 12V: cada seis años o 90.000 kilómetros.
- Cambio del filtro de polvo y polen: cada dos años o 30.000 kilómetros.
- Cambio de amortiguadores: a los 8 años o 120.000 kilómetros.
¿Y la batería?
El elemento clave de un auto eléctrico es su batería. Es el corazón del vehículo y, por tanto, no puede fallar. En teoría, una batería está diseñada para durar toda la vida útil del auto, aunque no siempre con el mismo rendimiento.
La mayoría de los fabricantes ofrecen una garantía de 8 años o 160.000 kilómetros para la batería, la cual no requiere de mantenimiento, solo de inspección de manera electrónica por el equipo técnico de la marca, con el fin de constatar el estado de sus celdas y módulos.
Al respecto, Porsche cuenta que en caso de detectarse una falla en la batería del Taycan, por ejemplo, se reemplaza solo la celda con desperfecto.
Ahora bien, más allá de que no requiera mantención, sí se debe cuidar. Y es que al igual que la batería de los celulares, la de los autos eléctricos se degrada con el uso, lo que hace que su capacidad de almacenaje de electricidad vaya disminuyendo de manera progresiva.
“Su durabilidad está marcada al igual que sucede con las batería de los teléfonos móviles, por los ciclos de carga. En promedio, se habla de unos 3.600 ciclos de carga para la mayoría de los EVs”, señala Manuel Fuentes, profesor del Área Mecánica de Inacap.
“Por tanto, lo primero es tener el hábito de una buena rutina de carga, para la cual se aconseja evitar cargas y descargas muy rápidas, así como también se recomienda evitar las cargas al máximo (100%) y las descargas al mínimo (10%). Lo ideal es recargar el vehículo en una toma lenta (domiciliaria), donde se puede demorar hasta 10 horas, dependiendo de las características de la red eléctrica y del vehículo. Por lo general, si se establece una buena forma de utilización de la batería, ésta puede tener una vida útil mayor de los 10 años”, puntualiza.
Después de leer este artículo, a largo plazo, ¿conviene o no tener un auto eléctrico?
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