“Porsche Travel Experience” es uno de los programas que tiene la firma alemana alrededor del mundo para que sus clientes y la prensa especializada pueda vivir, durante unos días, lo que es manejar y disfrutar uno de sus deportivos y conocer lugares paradisiacos. Fuimos testigos presenciales de esta experiencia y, al parecer, el nombre le queda pequeño, ya que tanto los paisajes, la aventura y el manejo cautivó a todos los presentes -en su gran mayoría clientes- quienes asistimos en esta oportunidad al British Columbia Porsche Travel Experience, llevado a cabo en Canadá.
Fuimos los representantes de la prensa especializada de Chile y en esta aventura nos acompañó Rubén Hoyo, colega del rubro de México, con el que nos tocó compartir el vehículo durante esta larga travesía por los lugares más recónditos del oeste de Canadá.
En un inicio, desconocíamos la versión en específico, gracias a la gran gama de modelos y especificaciones que cuenta el legendario 911. Para quienes van desde Chile, el viaje es largo -más de 13 horas de vuelo- por lo que la ansiedad de sabe qué manejaríamos era el principal estado de ánimo. A esto, hay que agregarle el gran prontuario que tiene la marca en este tipo de actividades donde siempre se ha caracterizado por hacer actividades de primer nivel.
Previo al evento, nos topamos con diferentes colegas del rubro donde nos anticiparon lo que serían estos días, uno de ellos nos señaló “subirse a un Porsche siempre será un mundo aparte”. Esta frase hace sentido y evidentemente, quienes tienen la posibilidad de contar con uno de ellos, es aún más.
Al bajarnos del avión todo parecía estar en orden, sin embargo, los extensos protocolos de ingreso al país y sobre todo el lento proceso de entrega de las maletas hacen crecer un estado de ánimo en el que no estaba presente: el nerviosismo. Esto fue disminuyendo al pasar el rato, hasta que desde la organización nos señalaron lo que nos tenía preparada la marca, y de ahí en más, todo el peso, nerviosismo e incertidumbre desapareció y nos entregamos a las manos de Porsche Canadá. El modelo elegido para esta aventura era nada menos que el Porsche 911 Carrera 4S.
A la ruta
Al día siguiente, ya descansados, y el reloj marcando las 10 de la mañana locales, los instructores señalaron las primeras indicaciones e hicieron hincapié en una de ella: prudencia. Y claro, hay que tenerla para manejar este tipo de vehículos. De las nueve opciones de carrocería nos tocó el más llamativo y vistoso, el verde pitón. Él será nuestro compañero durante estos cuatro días y será el encargado de deleitarnos con sus surtidas cualidades.
El comienzo de esta travesía la comandó el periodista mexicano, que dio el anhelado puntapié desde el aeropuerto de Vancouver. No obstante, acomodarnos fue toda una odisea, el pequeño maletero de 132 litros fue una complicación, pues solo cupo una de las maletas y la restante hubo que meterlas en los diminutos asientos traseros que, sin dudas, no son para pasajeros, o no para mayores, sino que para colocar pequeños accesorios. Tarea resuelta, comencemos.
La hermosa caravana fue dividida en dos grupos, nosotros íbamos en el segundo y se tomó una prudente distancia para ir rumbo a Squamish, pequeña locación que no cuenta con más de 20 mil habitantes. Camino allá se pudo evidenciar el agitado tráfico que cuenta Vancouver, el cual nos llamó poderosamente la atención. Ya encaminados la temperatura fue aumentando, por lo que fue necesario utilizar el sistema de aire acondicionado automático de bizona con el que cuenta este Porsche 911 Carrera 4S.
La carretera era solo de una pista, por lo que inevitablemente, a veces quedábamos rezagados. Sin embargo, a medida que avanzábamos la gran mayoría de los automóviles tenían la generosidad de hacerse a un costado para darle espacio a la caravana y, muchos de ellos, lo realizaban para poder apreciar este particular modelo, que en Chile solo dispone de cuatro unidades desde que comenzó su comercialización en 2020.
A medida que nos acercábamos a nuestro destino, diferentes rectas permitían poder acelerar y probar el maravilloso motor de seis cilindros 3.0 litros biturbo. Y claro que se realizaba con mucho gusto, pero tranquilos, pues este modelo es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,4 segundos, por lo que hay que tomarlo con calma.
La ruta se enmarca en parajes indescriptibles y en una de las variadas pausas, nos señalan el cambio de conductor, es turno de nosotros. Al momento de tomar el volante que es calefaccionado con levas de cambio al volante y una cómoda butaca deportiva, ya se siente lo que significa un Porsche, marca que reúne innumerables cualidades y una larga historia por ofrecer modelos únicos. Montarse en él, no es sencillo, pues es un vehículo muy bajo que dispone de un largo de 4.519 mm, ancho de 1.852 mm y solo 1.300 mm de alto.
A medida que pasan las horas, una de las tentaciones más grandes que tiene este modelo es tocar el pedal del acelerador, pues deleita con su inconmensurable potencia de 450 caballos de fuerza y torque de 530 Nm en 2.300 a 5.000 rpm. El camino cada vez presentaba más curvas y a lo largo del tiempo siempre se ha señalado que en este tipo de situaciones uno debe disminuir considerablemente la velocidad, pero el Porsche 911 Carrera 4S no le teme a nada y cada vez que entraba a una curva se sentía cómo el auto estaba preparado para esto y mucho más. Su dinámica de conducción es insuperable y se entiende que para muchos es uno de los deportivos que reúne la diversión de manejar y que se puede adaptar perfectamente a todo tipo de asfaltos.
Ya adentrados al segundo día, todos los asistentes de este se ven muy contentos por la experiencia que se está viviendo en el Porsche Travel Experience, muchos ya se van conociendo y el grupo se va afianzando, algo fundamental para la marca, creando esa mágica conexión de quienes menejan un Porsche, una verdadera cofradía, para muchos.
De Squamish, una pequeña localidad de unos 20 mil habitantes ubicada al norte de Vancouver, se inicia la ruta para ir rumbo a Vernon, a unos 500 kilómetros al noreste, específicamente, a Sparkling Hills.
Antes de iniciar, es momento de llenar el estanque de 67 litros, en dicha parada ocurrió que muchos habitantes aplaudían y se quedaban atónitos por ver en un solo lugar tantos 911 Carrera 4S.
Manos al volante, pie en el acelerador y let’s go. El camino está perfectamente diseñado para este deportivo que dispone de un diseño que luce con nervaduras más marcadas en un capó que ahora deja sus líneas más curvas por una base más recta, tal como la serie 994. En su zaga, destaca sus alerones anchos y banda luninosa que cruza el vehículo, mientras que sus neumáticos tienen diferentes dimensiones entre ejes, 20′' adelante y 21′' atrás.
Al paso del tiempo, los hermosos paisajes verdes llenos de árboles pasaron, de un momento a otro, a algo mucho más desértico, que hace recordar algunos de los caminos del norte de nuestro país. En plena carretera, el hábitat natural de este modelo, llegamos a la conclusión que es indiscutiblemente lo fantástica de la transmisión PDK automática de ocho velocidades con la que viene equipado este 911 Carrera 4S, la cual se entiende a la perfección con el motor y comprende muy bien la acción que deseas realizar. No hay chance de quedarse corto en una marcha, siempre buscará más y más… pareciera que no tuviera límites.
La aventura sigue, los tiempos corren tan rápido como el 911 Carrera 4S. Ya en el tercer día cuando se pensaba que habíamos visto todo, las sorpresas no pararon la marca monto todo un espectáculo, pues fuimos invitados a volar en helicóptero hacia una hermosa viña. Durante la cena de la noche anterior, el instructor nos señaló que esta experiencia sería inolvidable, y vaya que cobra sentido al momento de pasar los días.
Esta expedición, la cual busca reunir un ambiente familiar, la pasión por el automovilismo y conocer lugares únicos se cumple a cabalidad. Son más de 1.300 kilómetros y paisajes mágicos.
Durante esta larga travesía, su interior se comportó al más alto nivel, su gran sistema de audio BOSE® de 12 altavoces y 570 Watts de potencia, la comodidad de sus butacas calefaccionados, el espectacular ancho del tablero digital acompañado de la pantalla central del Porsche Communication Management (PCM) de 10,9 pulgadas hacen sumergirse en una emoción pura. Un punto a mejorar, es su cámara de retroceso, pues la calidad sin dluda, a esta altura, podría ser mucho mejor.
Esta aventura del “Porsche Travel Experience” está llegando a su fin, pero desde la marca indican qué hay más actividades que realizan y la llaman “Track Experience” y “Ice Experience”, pero será en otra oportunidad.
Cuarto día, toca regresar a casa, la adrenalina se mantiene pues nos esperan más de 400 kilómetros para llegar al aeropuerto donde todo comenzó. Ahora bien, no hay nada más satisfactorio que haber vivido algo de esta magnitud, un evento que de principio a fin cumplió todas las expectativas de cada asistente, se cumplió con el principal objetivo: manejar muchas horas sobre un 911 Carrera 4S y conocer lugares mágicos.
¿Sensaciones finales? El 911 Carrera 4S es el ícono de Porsche, un deportivo muy entretenido de conducir que deja la vara muy alta para el futuro de la firma y, lo más impresionante, son sus ganas de siempre querer más, como si no tuviera límites.