Porsche se suma a la moda de la industria. La marca de Stuttgart echó la mirada atrás y decidió darle vida al mítico Porsche 935 de finales de los 70 que se dio maña para llegar a los 365 km/h en el circuito francés de Le Mans. Este deportivo homenaje llegó para celebrar la Rennsport Reunion, que es el mayor evento de Porsche a nivel global. El modelo se encuentra basado sobre la mecánica de un 911 GT2 RS, una de las últimas y más radicales invenciones de la casa de Stuttgart.
Hace pocas horas, Porsche publicó un comunicado y un video en el que se distingue claramente al 935 como un purasangre de silueta esbelta y aerodinámica. Ese cuerpo está trabajado en CFRP, un plástico reforzado de fibra de carbono y moldeado en túnel de viento, que además lleva inserto la decoración de Martini Racing, tal como la versión de los 70.
En la retaguardia, en tanto, lo que más destaca es un alerón alto de 1,90 metros de ancho. Las salidas de escape dobles, por su parte, también reclaman su presencia, alojados en el centro y fabricados en titanio.
En el cockpit, el Porsche 935 delata su espíritu pistero y sin licencia para la calle. Se roban la atención un pomo de de madera y un volante de carbono de competición, en la misma línea que otros elementos como la jaula antideformación y los arneses de seis puntas. Cuando dijimos “purasangre”, era porque el 935 de verdad lo es.
Motor de altas prestaciones
Este Porsche de esencia sport está animado por un motor bóxer de seis cilindros de disposición trasera. Se trata de un bloque de 3.8 litros asociado a una caja de cambios PDK de siete relaciones que traspasa los 700 caballos al eje posterior.
Gracias a los elementos ligeros empleados en la carrocería, el Porsche 935 marca solo 1.380 kilogramos sobre la pesa. Como es lógico considerando su exclusividad, cada una de las 77 unidades se comercializarán a un precio de 702 mil euros, unos $537 millones. Las reservas están abiertas.