La industria argentina desde hace varios años suele enfrentar distintos problemas. Un país enorme, con una gran tradición y con industria propia, ha visto cómo se sufre con las ventas, las importaciones y las exportaciones. Y entre los motivos, una razón poderosa obedece a las cargas impositivas que deben pagar los fabricantes al enviar sus productos fuera de sus fronteras.
Esta situación quedó de manifiesto en una entrevista publicada en el sitio Infobae, donde el nuevo presidente de Ford Sudamérica, Martín Galdeano, ejemplificó con Chile para dar cuenta de los problemas que viven y que les impiden dar el salto internacional.
El nuevo mandamás regional, comentó primero que está en proceso de conocer los distintos mercados. “Tengo el desafío de entender mercados con la profundidad que entiendo los de Argentina y Brasil. Me falta profundizar más en lo que nosotros llamamos la costa oeste de Sudamérica, es decir Chile, Perú, Ecuador, Colombia”, comentó en la nota.
El conocer a fondo los mercados es un tema, pero lo que más le inquieta es la menor capacidad para competir contra otros orígenes.
“Para competir de manera eficiente, lo primero que se necesita es que nosotros, los empresarios, hagamos nuestra parte, que es traer inversión y tecnología. En Argentina competimos porque más clientes nos elijan, pero aparte, cada uno de nosotros, Ford en este caso, compite también con otras fábricas de Ford en el mundo que producen Ranger también, como Tailandia, Sudáfrica o Estados Unidos. Pacheco compite contra esas plantas por ser fuente de abastecimiento de México, por ejemplo, o de Chile. Entonces, lo primero es tener la tecnología comparable con la de los lugares con los que competís”.
Si los empresarios tienen una parte de la obligación, aspecto que han atacado con fuertes inversiones en los últimos años, el otro pilar que debería potenciar el crecimiento el marco regulatorio, pero según Galdeano es el que frena el empuje por crecer.
“Es ahí donde entra en escena el otro pilar que debe estar alineado, que es el marco regulatorio, impositivo, las reglas de largo plazo que vos tenés en el país. Es decir, cómo es Argentina respecto a Tailandia, Sudáfrica o Estados Unidos en ese aspecto. Vos hoy en Argentina producis una camioneta, la sacás por la punta de línea, la subis a un barco, y tiene entre 20 y 25 puntos de impuestos. Sudáfrica tiene cero. Tailandia tiene cero”, señala en la entrevista.
Es por esta situación que el ejecutivo ejemplifica con Chile para desnudar las falencias de su industria.
“Lo que termina pasando es que un mercado que está al lado, como es el de Chile, te dice que le conviene importar la Ranger de Tailandia a pesar de estar en el otro lado del mundo. Esas asimetrías, cuando tenés un negocio o una industria que está preparada para exportar, las tenés que arreglar”, precisa.
“Si yo agarro el promedio de los últimos cinco o seis años, seguramente en la industria automotriz fueron unas 500.000 unidades. Vos no invertís 500 ó 600 millones de dólares como hicimos nosotros pensando solamente en vender autos en Argentina. Lo hacés porque una parte muy sustancial de tu producción se va para afuera. Entonces creo que el último de los pilares que Argentina trabajó mucho, pero tiene que seguir mejorando, es cuáles son las condiciones de entrada que tienen los productos argentinos en otros mercados contra esas economías con las que competimos. Es decir, qué le cobra la Unión Europea a una Ranger hecha en Argentina y qué le cobra a una hecha en Sudáfrica. Hay que hacer tratados de libre comercio. Esas son las tres partes que tienen que estar en orden para que podamos competir. Nadie nos va a comprar porque seamos Argentina”, comentó.