Una de las cuestiones que todo conductor debería chequear, sobre todo antes de llevar a cabo un viaje largo, es revisar el estado de los neumáticos (verificar que no presente cortes o ‘huevos’) y corroborar que la presión de los cuatro neumáticos sea la indicada por el fabricante. Circular con una presión incorrecta, sea mayor o menor, pone en riesgo tu seguridad y, además, te significa una reducción en la eficiencia.
En el caso que tengas más aire que el señalado por el fabricante, la superficie de apoyo es menor, lo que reduce la adherencia y aumenta el desgaste en el centro de la huella. Por el contrario, llevar menos de la presión indicada, desemboca en una mayor superficie de apoyo, incrementándose el consumo de combustible y desgastándose las bandas.
Unidades de medida
Lo primero, que hay que decir es que cada auto tiene una presión ideal que se encuentra indicada en el marco de la puerta del conductor. Esta puede variar en caso de que el vehículo viaje cargado o descargado.
La unidad más empleada se conoce con las siglas en inglés PSI que no es otra que libra por pulgada cuadrada. Generalmente los autos livianos llevan entre 28 a 32 PSI. También se utilizan los bares, que equivalen a 14,5 libras.
El instrumento empleado para pedir (los hay análogos y digitales) se llama manómetro. Puedes adquirir uno en cualquier tienda dedicada al cuidado de nuestro auto, o se encuentra en la mayoría de las estaciones de servicio.
Medir correctamente la presión
Lo primero a saber, es que esta es una labor que se debe hacer con el neumático en frío. De esta manera, la medida arrojada no presentará imprecisiones producto de la temperatura.
Los pasos son sencillos:
- Quitar el tapón con cuidado
- Enganchar el manómetro al pituto de la rueda. Se oirá un escape de aire.
- Ahí el aparato arrojará la presión del compuesto.
- Compara ese número con el que está indicado en el marco de la puerta
- Añade o quita presión, según convenga.
- Vuelve a poner el tapón
La presión debería medirse al menos una vez al mes y más periódicamente a medida que el auto realice viajes largos. De más está decir, que hoy en día varios de los autos de alta gama incorporan monitoreo de inflado de neumáticos, con lo que esta tarea se simplifica notablemente.