Cuando General Motors nos comunicó la decisión de invitarnos a Detroit, Estados Unidos, para conocer en profundidad el proceso de electrificación en el que está inmersa la compañía norteamericana, una de las principales actividades contempladas era manejar el nuevo GMC Hummer EV. Sí, obviamente conocer la tecnología, los alcances y nuevos modelos que llegarían a Sudamérica era lo principal del viaje, pero no vamos a esconder que dar un par de vueltas con el retornado todoterreno en formato recargable sería la guinda de la torta.
Estar al volante de una de los mayores estrenos de GM en los últimos años no solo escondía un placer lúdico que satisfaría un deseo absurdamente emocional. También serviría para dar a conocer lo que puede hacer y de lo que es capaz la nueva plataforma Ultium sobre la que se construirán todos los vehículos eléctricos de GM (incluidos los Equinos EV y Blazer EV) que llegarán a Chile.
Pero para los que peinamos canas, Hummer es todo un símbolo. Varios recordamos a Arnold Schwarzenegger manejando el enorme H1 de origen militar, pero esta nueva generación cero emisiones es un concepto que va por otra vereda, que apunta a ser parte emblema de la nueva era de la movilidad.
Según el cronograma, primero debíamos manejar diferentes vehículos en el centro de pruebas de Milford, donde GM realiza los test a todos sus nuevos modelos. Y como en este lugar se ven vehículos todavía en fase de desarrollo, nos sellaron los teléfonos para que no fotografiásemos ni grabásemos lo que veíamos.
En esa mañana, mientras una fuerte llovizna se dejaba caer y cuando teníamos entre ceja y ceja al Hummer EV, conocimos el nuevo Chevrolet Bolt EUV que se comercializará en Chile desde el próximo año. Eso sí, el agua que caía generó algo de dudas sobre la posibilidad del manejo off-road, aunque por suerte fue solo un grupo de nubes que pronto diría adiós.
La ansiedad por ponerle las manos encima al Hummer EV en el grupo compuesto por periodistas de Brasil, Argentina y Colombia era notoria. Y nada más llegar a la zona donde nos esperaban dos unidades del todoterreno eléctrico, los colegas más desesperados corrieron a ser los primeros.
Nosotros lo tomamos con más calma. El sol ya se había hecho dueño del lugar y el ambiente estaba muy agradable. Ya llegaría nuestro turno y mientras eso ocurría probábamos otros modelos de la marca, entre ellos, la nueva Chevrolet Silverado que pronto se estrenará en Chile. Eso nos permitió conocer el terreno por el que iríamos en minutos con el Hummer EV, caminos de tierra con subidas y zonas en mal estado, pero que tampoco difieren mucho de lo que encontramos en algunas calles locales.
Hasta que escuchamos la frase. “Turno de Mauricio Monroy, de La Tercera de Chile”. Caminamos hacia la unidad que nos esperaba, donde un instructor nos iría explicando los diferentes modos de manejo y la tecnología que incorpora esta enorme mole de cuatro toneladas. Serían unos minutos manejando y había que sacarles provecho.
Varios dicen que el tamaño no importa, pero cuando hablamos de autos, el tamaño a veces sorprende. Este fue uno de esos casos, ya que se trata de una camioneta de 5,5 metros de largo, 2,2 metros de ancho y 2,05 metros de alto, por lo que con mi humanidad de apenas 1,76 m ni siquiera miraba sobre el techo.
Nos subimos entonces a la versión First Edition del Hummer EV. Es la tope de gama, tiene un precio de US$ 110 mil (sí, poco más de 100 millones de pesos), y desde sus tres motores eléctricos (uno adelante y dos en el eje trasero) desarrolla la exorbitante y abismal cifra de mil caballos de fuerza, además del descomunal torque ¡¡¡de 15.564 Nm!!!
Esa colosal fuerza se genera gracias a la plataforma Ultium, pero, a diferencia de la base de un piso que llevará el resto de los modelos eléctricos de General Motors y que incluye en su interior 12 celdas, en este caso dispone del doble de celdas (24) en una plataforma de dos pisos. De ahí que solo el peso de esta plataforma bordee los 1.500 kilogramos, casi lo mismo que pesa un vehículo compacto y que en total el peso del Hummer EV supere las 4 toneladas.
Las cifras son radicales y eso deriva en que su performance esté sobre el resto de los vehículos, con un paso de 0 a 100 km/h en apenas 3 segundos, o sea, es más rápido que el Audi RS e-tron GT que acaba de estrenarse en Chile. ¿Y de autonomía como anda? Si piensan que será una cifra pequeña por el tamaño se equivocan rotundamente, puesto que con una carga es capaz de recorrer hasta 570 km.
El coloso GMC Hummer EV de nueva era
La ficha técnica del GMC Hummer EV es apabullante, pero no era algo que nos sorprendiera, ya que esa información la conocíamos desde su destape. Ahora, en el histórico campo de pruebas de GM, queríamos ver cómo se sentían esos números cuando estábamos al volante.
Con ese objetivo nos sumergimos en el enorme habitáculo. A pesar del tamaño, acceder no es un problema, más con la pisadera lateral y la gran asadera que está en el interior del pilar A.
En el interior nos encontramos con un espacio donde las líneas rectas del diseño exterior extienden su dominio. Es un ambiente que exuda rudeza, con un estilo simple cargado de figuras rectangulares, las que van desde las dos pantallas a la banda horizontal del volante con el nombre Hummer, pasando incluso por la forma de las salidas de aire y el diseño de la consola que separa los asientos delanteros.
El habitáculo, si bien no se aprecia el lujo de un Range Rover y para algunos puede parecer simple, busca entregar una sensación premium y moderna.
Para eso, en esta versión combinan el cuero oscuro de los asientos con un tapizado de color blanco en la parte superior del respaldo de los asientos (en las dos plazas), misma configuración que se ve en las puertas.
La comodidad es otro factor que salta a la vista. Asientos confortables, incluso con algo de sujeción lateral. Atrás, espacio suficiente para tres adultos, permitiendo que la persona que viaja en el centro tampoco sufra, ya que hay centímetros suficientes para piernas y distancia a la cabeza. Y como detalle, el apoyacabezas de este asiento central trasero es más pequeño y va de forma horizontal, para así no complicar la visibilidad del conductor cuando mira por el retrovisor.
Otro elemento que le permite aumentar su versatilidad es que el techo se puede desmontar por partes, similar a lo que se hace con un Jeep Wrangler. Se pueden sacar los paneles y quedar a cielo abierto, entregando un estilo más juvenil y divertido a este Hummer EV. ¿Y donde guardamos el techo? La funcionalidad vuelve a quedar de manifiesto, ya que se pueden guardar de manera ordenada y segura en el espacio que hay en el capot.
La tecnología obviamente es de punta. Dos grandes pantallas (de 12′' y 13,4′') se reparten la información del vehículo, y se dispone de conectividad inalámbrica mediante Apple CarPlay y Android Auto. Además, incluye un sistema de sonido Bose de alta fidelidad.
Si bien es una interfaz simple de manejar, la verdad es que requiere de cierto tiempo para acostumbrarse y para encontrar lo que se busca, puesto que es enorme la cantidad de información que nos entrega.
La calidad de la definición de la pantalla central es algo que llama la atención. Según lo que se está buscando, las gráficas parecen sacadas de un videojuego, con animaciones modernas y amigables a la vista. Para hacer todo más rápido y así nuestra vuelta de manejo sea más expedita, nuestro instructor se encarga de ir buscando los controles que vamos requiriendo.
Hasta que por fin nos dieron luz verde para salir. Nos dicen que aceleremos con confianza en la recta inicial y para eso se selecciona el modo de control de lanzamiento Watts to Freedom, una especie de launch control.
No nos hacemos de rogar y primero pedal de freno a fondo hasta que saltamos al acelerador. La sensación de poder es brutal e inmediata. Sorprende más considerando la enorme máquina en la que estamos. Y aunque no nos alcanzó a generar la misma sensación de que se nos sube el estómago, como con el arranque del Porsche Taycan (ahí sentimos que el auto casi comenzaba a despegar), acá estamos en una mole de cuatro toneladas que salió en forma ágil, lineal, sin titubeos y de manera decidida, tal como un felino cuando decide atacar. Tal como General Motors espera avanzar en la electrificación.
Ahora, como suele ocurrir con buena parte de los nuevos vehículos, este modelo también cuenta con diversas opciones de manejo.
Tiene el denominado Super Cruise, el sistema de manejo semiautónomo de General Motors que incluso es capaz de adelantar y cambiar de carril sin que toquemos el volante ni los pedales. Pero nuestra vuelta por el circuito off-road de Milford ya sabemos que será de unos minutos solamente, y no “regalaremos tiempo” dejando que el Hummer se maneje solo. Para ver cómo funciona ese sistema semiautónomo avanzado dejaremos el Cadillac Escalade, con el que regresaremos a Detroit.
Otro sistema destacado que incorpora el Hummer EV es la función “Regen on Demand”, que al presionar una leva tras el volante activa la conducción con un solo pedal. Esto permite que al levantar el pie del acelerador el vehículo se vaya frenando y así empiece a regenerar energía con el sistema de frenado para las baterías.
En verdad, el listado de elementos, dispositivos y tecnología que incorpora es muy generoso. Escuchamos con atención estas indicaciones de nuestro instructor, pero se nos hace imposible evitar consultarle si ya está aburrido de dar la misma explicación a la veintena de periodistas presentes. Su respuesta es elocuente: “me encantan los autos, llevo años en GM y podría estar todo el día en esto”.
Volvemos a acelerar. Ahora enfrentamos una pequeña cuesta, con piso suelto. Empezamos a conocer los distintos modos de manejo. Nos dicen que dispone de cinco opciones de conducción que se ajustan desde el Drive Mode Control, un selector instalado en el apoyabrazos.
Cuando movemos este mando, aparece en la pantalla de la consola central un Hummer EV (nuevamente como un videojuego) y nos va mostrando los diferentes estilos en distintos tipos de camino: Normal, para el uso diario; Off-Road, para aventuras fuera de los caminos normales; Terrain, para ir a velocidades más bajas en zonas complejas, como rocas o ríos; Tow/Haul, para desplazarnos con más confort interior por carreteras y por último el My Mode, que es para un estilo más personalizado.
Los diferentes modos modifican una serie de patrones dinámicos, incluyendo la distribución de par, la dirección en las cuatro ruedas, la amortiguación, el acelerador, los frenos. Incluso se modifica hasta el sonido del interior.
Por si fuese poco, nos comentan que también dispone de suspensión de aire adaptativa. Para esto, se presiona este modo en el selector circular del Drive Control y al escoger “Increased” nos permite subir 15 cm la carrocería, ideal para aumentar las capacidades en condiciones extremas, para trepar por rocas o atravesar ríos (capacidad de vadeo de 600 mm).
¿Y qué pasa si golpeamos abajo? A menos que pasemos sobre el sable láser de un Jedi, deberíamos despreocuparnos, puesto que dispone de resistentes placas de acero que se encuentran alrededor del paquete de baterías y de otras áreas debajo del chasis para proteger al máximo en las condiciones más extremas.
Con esta información y conociendo los diferentes modos de manejo, la pequeña cuesta a la que nos enfrentamos, a pesar de tener profundas huellas, parece una broma y la cruzamos con tal sencillez que dio la impresión de que podríamos haber subido otro vehículo al pick-up y ni así se hubiese acomplejado. Ahora, en caso de que el Hummer EV llegase a quedar atrapado en caminos difíciles (por inconvenientes mecánicos o por problemas entre el volante y el asiento), nos cuesta pensar cómo lo remolcarían. Pero no fue el caso.
La ruta sigue. El sistema de tracción total denominado e4W hace que la sensación sea la de estar en una autopista. Ni siquiera entrar a una velocidad alta en una curva la desacomoda y lo único que conseguimos es algo de diversión y una ligera sonrisa del instructor, quien sabe todo lo extra que podría entregar.
Llegamos a otra pequeña cuesta. Ahora nos piden detenernos antes de llegar a la cima. La camioneta eléctrica se queda firme gracias a los controles que posee. Nada nuevo en verdad, es algo que ya vemos en diversos SUV de marcas generalistas.
Pero lo novedoso es el Sistema UltraVision, el cual, gracias a cámaras de última generación ubicadas en lugares estratégicos debajo de la carrocería, nos ayudan a ver obstáculos y peligros con nada menos que 18 diferentes vistas de cámara, por lejos lo mayor del mercado. Pero ¿qué pasa con las cámaras si pasamos por barro?, le preguntamos a nuestro instructor.
Nos vuelve a sonreir. Esa situación obviamente lo previeron en GM, por lo que se le sumó una función de lavado que elimina la tierra o lo que impida la visibilidad.
El circuito de manejo va llegando a su fin. Hemos visto y comprobado las capacidades, pero aún quedan sorpresas.
En una recta por la que caben dos o tres vehículos, nos piden que demos una vuelta, que hagamos un círculo sin parar. El espacio en verdad no es mucho, y siendo sinceros, dudo hasta que mi Renault Mégane logre completar ese giro.
Pero las cuatro ruedas motrices del Hummer EV hacen lo que parece ilógico. Al girar las ruedas delanteras, las traseras también se mueven un par de grados, lo que permite tener un radio de giro sumamente corto y sin esfuerzo conseguimos que los más de cinco metros de largo logre completar el círculo.
Y si eso no sorprende tanto, el llamado “paso del cangrejo” (CrabWalk ) sí lo hará. Para esto, se debe detener el vehículo y presionar por cuatro segundos en el Drive Control el Crab Mode. Luego, aparecerá un gran cangrejo en la pantalla y se debe girar levemente el volante, con esto, las ruedas traseras y delanteras girarán en el mismo ángulo a bajas velocidades. ¿Qué se consigue? Que el todoterreno se mueva en forma diagonal, facilitándole la maniobrabilidad en terrenos complicados o en situaciones con escaso margen de movimiento.
Ahora sí vemos el final del circuito. Unos amigos colombianos nos hacen señas para que nos apuremos, ya que es su turno y la tarde comienza a caer. Les entregamos el GMC Hummer EV y lo vemos alejarse iniciando otra vez la misma ruta, pero nosotros nos quedamos no solo con la sensación de haber manejado un imponente y poderoso todoterreno, sino haber estado con uno de esos modelos que marcan pauta. Quizás nunca será un súper ventas, pero en su espalda lleva toda la tecnología cero emisiones que debería bajar a otros modelos de la compañía.
¿Lo veremos en Chile? Muy difícil. En la marca nos reconocieron que no está en los planes. La única esperanza de verlo por las calles nacionales es que algún fanático lo compre por importación directa, tal como hicieron con el Corvette C8.