Parece un simple teaser, pero puede convertirse en un ícono de la movilidad. Volkswagen dio a conocer las primeras imágenes de su denominado Proyecto Trinity, un sedán eléctrico que estrenará en 2026 y que establecerá nuevos estándares en términos de autonomía, velocidad de carga y conducción autónoma nivel 4.
El nombre Trinity es derivado del latín “trinitas” y representa la tri-unidad, o sea, se sustenta sobre tres temas fundamentales: una plataforma electrónica desarrollada con un software de nueva generación, la simplificación de la estructura de suministro y una producción completamente inteligente y en red en la planta principal de Wolfsburgo. De esta forma, Trinity es el punto principal de la estrategia Acelerate, en la cual la marca alemana invertirá 16.000 millones de euros hasta 2025 para acelerar su electrificación y para desarrollar negocios basados en la digitalización.
“Trinity es una especie de punto de cristalización de nuestra estrategia Accelerate, un proyecto que establece una luz de futuro, nuestro automóvil soñado de software”, dijo Ralf Brandstätter, CEO de Volkswagen, agregando que “la arquitectura de este nuevo vehículo establecerá nuevos estándares en cuanto a autonomía, velocidad de carga y digitalización”.
Trinity también avanzará en el desarrollo de la conducción autónoma. Para su inicio planificado de producción en serie en 2026, alcanzará el nivel 2+ y estará técnicamente listo para el nivel 4.
“Estamos utilizando nuestras economías de escala para hacer que la conducción autónoma esté disponible para muchas personas y para construir una red neuronal de aprendizaje. De esta manera, estamos creando las condiciones para el intercambio continuo de datos de nuestra flota de vehículos, por ejemplo, sobre la situación de tráfico, obstáculos o accidentes”, agrega Brandstätter.
Según la firma alemana, Trinity optimiza el tiempo de las personas y les ahorra situaciones de estrés. Después de un largo viaje por la carretera, puedes llegar relajado a tu destino porque un asistente de conducción te ha llevado a tus vacaciones o a tu casa luego del trabajo. “Trinity, por tanto, se convierte en una ‘máquina del tiempo’ para nuestros clientes”, expone el ejecutivo.
Con el inicio de la producción en serie, la planta de Wolfsburgo se convertirá entonces en una vitrina de procesos de última generación inteligentes y completamente conectados en red.
“Vamos a repensar completamente la forma en la que construimos autos e introduciremos enfoques revolucionarios. Aquí la digitalización, la automatización y la construcción ligera juegan un papel importante”, dice Brandstätter.
Respecto de los modelos futuros como Trinity, estos se producirán con muchas menos variantes y el hardware se estandarizará en gran medida. Así, los automóviles tendrán prácticamente todo a bordo y los clientes podrán activar las funciones deseadas “a pedido” en cualquier momento a través del ecosistema digital del automóvil, reduciendo los procesos complejos en la producción.
En consecuencia, al convertir el automóvil en un producto basado en un software, Volkswagen está creando las condiciones para nuevos modelos comerciales basados en datos.
Se disminuirán las barreras de entrada a la movilidad individual y, al mismo tiempo, se ofrecerán paquetes de uso aún más atractivos.
Volkswagen tiene la intención de generar ingresos adicionales en la fase de uso: para servicios de carga y energía, para funciones basadas en el software y que los clientes puedan reservar según sea necesario o, también, para conducción automatizada.
“En el futuro, la configuración individual del vehículo no estará determinada por el hardware en el momento de compra. En cambio, los clientes podrán agregar funciones según la demanda y en cualquier momento a través del ecosistema digital del automóvil”, concluye Brandstätter.