Por estos días, el rey emérito de España, Juan Carlos I, acapara titulares alrededor del mundo, tras su “meditada decisión” de trasladarse a vivir fuera del país ibérico. Esto luego del escándalo de corrupción que lo involucra y donde se le acusa de haber recibido secretamente US$ 100 millones de Arabia Saudita en una cuenta en Suiza en 2008.

Más allá de esto, en el ámbito de la cortesía, el ex jefe de Estado español recibió en 2011 un increíble regalo solamente por acudir al Gran Premio de Abu Dhabi de Fórmula 1. En estricto rigor, fueron dos obsequios, que recibió de parte del jeque de Dubai Mohammed bin Rashid, actual primer ministro y vicepresidente de los Emiratos Árabes Unidos, quien le regaló dos Ferrari FF, uno de color negro y otro gris plateado, valorados en más de 300.000 euros cada uno.

Si bien, los dos ejemplares del Cavallino Rampante llegaron unos días más tarde a Madrid con destino al palacio de La Zarzuela, donde reside la Familia Real, estos nunca se usaron. Primero, porque en ese entonces España no había salido aún de la grave crisis económica de 2008 y el monarca no podía permitirse el lujo de disfrutar de esos dos carísimos deportivos en aquel escenario. Y luego, porque el Rey Felipe VI aprobó en 2014 un nuevo código ético que impide a los miembros reales aceptar este tipo de regalos, por considerarse excesivos y comprometedores.

Así, ambos Ferrari acumularon polvo durante mucho tiempo en el estacionamiento, hasta que la Casa del Rey decidió cederlos a Patrimonio del Estado, un órgano dependiente del Ministerio del Interior, que finalmente decidió subastarlos.

Ahora bien, no fue hasta la segunda subasta cuando se consiguió dar salida a estos dos superdeportivos, el 1 de junio de 2017. Y es que en la primera licitación, celebrada en octubre de 2015, el único interesado ofreció menos que los 700 mil euros del precio inicial de salida.

Dos años más tarde, después de una importante rebaja, los dos Ferrari fueron vendidos por 443.842 euros, 250.000 euros menos que el precio de salida en 2015, pero 68.842 euros más que el precio mínimo fijado en la segunda subasta.

El Ferrari FF de color negro partía de un precio inicial de 195.000 euros y se vendió a la empresa Argüelles S. L., dedicada a la compraventa de automóviles de ocasión, por 201.555 euros, mientras que el segundo modelo, igual que el anterior pero de color gris, partía de un precio de 180.000 euros y se adjudicó por 242.287 euros a un particular, Álvaro Alonso Sánchez.

Presentado en el Salón de Ginebra de 2011, el Ferrari FF es el primer modelo de Ferrari con tracción total. De hecho, la denominación ‘FF’ es el acrónimo de Ferrari Four y hace referencia a las cuatro plazas y la tracción a las cuatro ruedas. Está propulsado por un motor V12 de 6,3 litros que produce 660 Hp de potencia y 683 Nm de par máximo, asociado a una transmisión semi-automática de doble embrague de 7 velocidades. Sus prestaciones son de infarto: 335 km/h de velocidad máxima y 3,7 segundos en el 0 a 100 km/h. Pesa 1.790 kilos.