Alfa Romeo después de más de 50 años, vuelve al mundo de los “fuoriserie” (fabricado a medida) con una serie limitada de sólo 33 unidades, todas ellas ya vendidas. Este modelo fue fabricado a mano en la Carrozzeria Touring Superleggera, donde rige sus estándares de calidad, como si fueran un sastre que hace el traje a medida.
Esta maravilla se inspira en el histórico modelo de 1967, enriqueciendo por toques más modernos gracias al nuevo lenguaje de diseño de la marca.
El frontal presenta un volumen más potente y musculoso en el que destacan el icónico escudo, su perfil es dinámico y con puertas de apertura tipo ala y dos grandes entradas de aire.
En la zaga, se equilibra el sinuoso frontal y la altura máxima no está a la altura de los parabrisas, sino en medio del techo. Esta zona se distingue en forma de V y los grupos ópticos traseros más redondos.
Uno de los detalles a considerar es su radical eficacia aerodinámica de Cx de 0,375 a cero Cz.
Puertas adentro conserva lo que venimos viendo por fuera, pues se distingue por el minimalismo del diseño y materiales. En él, encontrarás un número limitado de controles, pantalla táctil tridimensional, volante deportivo, levas de cambio de aluminio, materiales de primera calidad tales como fibra de carbono, aluminio cuero y alcántara.
En temas mecánicos es donde demuestra el pasado y futuro, pues ofrece dos motorizaciones distintas, por una parte, tenemos un motor a gasolina V6 de 2.9 litros turbo que desarrolla una potencia de 620 caballos a vapor. Se asocia a una caja de cambios DCT de ocho velocidades, tracción trasera y diferencial electrónico de deslizamiento limitado
Por otro lado, hay una versión 100% eléctrica tiene una configuración de tres motores eléctricos que erogan 750 CV, tracción total, acelera de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos y su velocidad máxima es de 333 km/h.
Su chasis de aluminio en H y monocasco de fibra de carbono le permite tener una estructura ligera y rígida, de esta manera, optimiza la agilidad y conducción del vehículo. A esto, se le suma su suspensión de doble brazo con amortiguadores activos, para un manejo excepcional.
Indudablemente, estamos frente a un proyecto que celebra la historia de la marca y la dirige hacia el futuro. El nuevo 33 Stradale actúa como el vínculo ideal entre los motores de combustión interna del pasado y el futuro eléctrico, reinterpretando los rasgos estilísticos del 33 Stradale de 1967.