En septiembre del año pasado, los amantes del ciclismo se inclinaron ante una nueva estrella. En el Campeonato Mundial Junior que se disputaba en Innsbruck, Austria, el joven Remco Evenepoel ratificaba los pergaminos que lo situaban como una de las grandes promesas al quedarse con el título en la contrarreloj después de apabullar al australiano Lucas Papp, al punto de que se dio el tiempo para levantar su puño antes de pasar la meta. Sin embargo, la confirmación de que se estaba frente a una figura que llenará páginas deportivas ocurrió apenas dos días después.

Evenepoel

En la disputa por la corona global de ciclismo en línea, Evenepoel se fue al piso al promediar la carrera. Lo que hubiese sido el fin de la ilusión para cualquiera, le dio un impulso casi sobrehumano al pedalero belga, quien comenzó a remontar con 38 kilómetros por delante. Como dicen las crónicas de esos días, protagonizó un ataque feroz, al punto de que no solo sobrepasó a todos sus rivales, sino que además alcanzó tanta distancia con los escoltas, que antes de la línea de meta se bajó de su bicicleta, la tomó en sus brazos y pasó con ella en lo alto caminando hacia la meta.

Su imagen victoriosa y portentosa lo graficó de manera brutal. En su mente solo hay espacio para los triunfos, y esa hambre de gloria hace que se le reconozca como el nuevo Eddy Merckx, para muchos el mejor ciclista de la historia, ganador en varias ocasiones de todas las grandes pruebas y los campeonatos del mundo. Merckx era conocido como El Caníbal por su afán de victorias y ahora el ciclismo encontró a su heredero.

Evenepoel: Niño prodigio

Alberto Contador, uno de los mayores ciclistas de la historia, no tuvo dudas a la hora de calificar a Remco Evenepoel. "Este chaval es un auténtico portento y yo creo que va a hacer cosas muy grandes en este deporte. Asusta, es impresionante lo que está haciendo", dijo el español.

Evenepoel

Pero, ¿quién es esta incipiente figura? Remco Evenepoel nació hace 19 años en Bélgica. Hijo de un ciclista, destacó siempre por sus condiciones deportivas. Con apenas cinco años, se acercó a las divisiones inferiores del Anderlecht, uno de los principales equipos de fútbol de su país. Luego pasó a formar parte del poderoso PSV Eindhoven, donde su labor como defensa central lo llevó a la selección, llegando a ser capitán de la Sub 16. Y aunque el mundo le abría una ventana enorme, su pasión no estaba dentro de una cancha, sino sobre la bicicleta.

La decisión fue rápida. Quería seguir los pasos de su padre, pero su fortaleza física que tanto le servía en el fútbol, especialmente a la hora de encarar delanteros corpulentos, acá le jugaba en contra, así es que, tras una extenuante preparación, bajó de 70 kilos a los 61 kg actuales.

Y comenzaron a llegar los triunfos. Europa se rendía ante su paso y en el campeonato continental de Glasgow se lució quedándose con los trofeos en línea y contrarreloj, entregando la imagen de un ciclista completo. La superioridad llegó a tal nivel que su tiempo en la contrarreloj fue, además, el segundo mejor en la categoría para menores de 23 años, mientras que en la prueba de carretera le sacó casi diez minutos de ventaja al suizo Alexandre Balmer. Una supremacía abrumadora de la que no se tenía referencia.

Evenepoel

Los éxitos del joven belga no demoraron en interesar a los equipos más importantes del planeta. Así fue como el Deceuninck Quick Step lo reclutó. Y aunque su idea era mantenerlo un año en series menores, lo que hizo en Innsbruck, cuando pasó por la meta con la bicicleta en sus brazos, motivó a que el equipo Sky le hiciera una oferta para llevarlo a sus filas. Ante la posibilidad de perder a su nueva estrella, el Quick Step le prometió subirlo de inmediato al equipo oficial, saltando de juvenil a ciclista world tour.

Sobre su llegada al team, el joven fue sincero y demostró que no se anda con rodeos. "He consultado a personas que saben mucho, a compañeros y a expertos del deporte y prácticamente todos me aconsejaron ir al Deceuninck Quick Step, porque es un equipo experimentado que ha fabricado muchos campeones y me va a saber cuidar. Algunos, muy pocos, me dijeron que no firmara por este equipo, quizá estaban celosos", dijo en entrevista hace unos meses.

Respecto de las expectativas que se han creado en torno a su figura, especialmente en su país, donde han pasado 43 años desde que Merckx ganó el Tour de Francia, dice que "soy un joven que corre en bicicleta. Merckx fue un gran campeón, como Alberto Contador, que es mi ídolo ciclista", agregando que uno de sus sueños "es poder ganar el Tour o una grande algún día, aunque para que eso suceda primero tengo que ver cómo me adapto y cómo progreso en el Deceuninck-Quick Step".

La adaptación al parecer va mejor de lo esperado, con su primera vez como profesional hace unas semanas. "Ahora mismo me siento muy excitado ante la perspectiva del debut profesional", reconoció en la previa de la Vuelta a San Juan de Argentina, la mayor competencia ciclística de la región, donde el belga finalizó noveno en la general, a 1:36 del ganador Winner Anacona. Sin duda, un resultado soberbio para su estreno en las grandes ligas, ya que además se quedó con el primer lugar de los Sub 23, superando dos segundos al suizo Gino Mäder.

En la competencia transandina -que consideraba siete etapas con recorridos de entre 140 y 185 kilómetros, más una contrarreloj de 12-, Evenepoel se mostró al nivel de los más experimentados y aguantó sin inconvenientes en el grupo de avanzada, donde se topaba con corredores como Peter Sagan y Nairo Quintana. Incluso estuvo cerca de ganar su primera etapa en Pocitos, donde lideró por varios minutos y solo fue superado por centésimas por Valerio Conti.

Pero el ciclismo es trabajo de equipo y en este aspecto logró resaltar también, especialmente cuando hizo el desgaste tirando el pelotón para acercarse a los escapados y apoyar a su compañero Julian Alaphilippe en la subida final de Alto Colorado. Tras esa trepada, la denominada prueba reina de la Vuelta a San Juan, mantuvo la camiseta del mejor joven y cerró con un top ten en la general, confirmando que en el deporte ha asomado una nueva estrella, el pequeño Caníbal. MT