No es fácil probar camionetas. Es que el desempeño cambia mucho cuando el pick-up va cargado y cuando no. También es necesario ver tanto sus capacidades conductivas y sus credenciales para el trabajo. Pero aunque hay mucho que analizar, con la Renault Oroch las cosas salieron mucho más sencillas.

Pasa que esta camioneta proviene directamente del SUV mediano Duster, del que toma su plataforma, el estilo de diseño y varias características más.

Ubicada justo en medio de las pick-ups compactas y las de media tonelada, la Oroch explora un segmento intermedio que busca lo mejor de un SUV, pero que también necesita un espacio de carga lo suficientemente amplio como para usarla en el trabajo.

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Así las cosas, la Oroch combina estas necesidades en una camioneta estéticamente atractiva y funcionalmente útil.

De su estética no hay mucho que decir. Si ha visto un Duster ya sabe todo lo necesario. Capó bajo, amplia parrilla, muchas protecciones y líneas bien marcadas, estilo que suma ahora un área de carga con protección plástica y detalles que se prolongan desde las barras del techo.

Es bastante fácil acceder al área de carga (independiente del tamaño del conductor), ya sea que se quiera cargar o simplemente subir para bajar algunos elementos.

Aquí es donde comienzan a aparecer las diferencias con Duster, ya que la Oroch es 360 mm más larga (4.700 mm en total) y tiene 150 mm más entre los ejes, aunque de igual manera tiene espacio para que viajen hasta cinco ocupantes. Idealmente cuatro, para que todos puedan ir cómodos.

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El pick-up mide 1.170 mm de ancho y 1.350 mm de profundidad, con una capacidad de hasta 650 kilos, ideal, por ejemplo, para empresas pequeñas que necesitan trasladar insumos a obra, o para una sesión intensa de renovación del hogar, con compra de tinetas de pintura y materiales de construcción.

Eso en cuanto a números, ya que la historia mejora cuando se conduce.

El habitáculo es bastante sencillo y funcional. No hay grandes revoluciones, pero de alguna manera es ideal para este modelo, ya que privilegia la comodidad y usabilidad, sin distraer al conductor con demasiados elementos.

Nuestra variante de prueba fue la Intens, equipada con una pantalla táctil de 7″ con sistema de navegación y conectividad con el smartphone. Todo muy sencillo de enlazar, ya sea para alguien adicto a la tecnología o no. Un detalle es que nos pareció que la pantalla estaba muy abajo, lo que hacía que tuviéramos que desviar la mirada para ver las indicaciones del GPS, las que no se veían en absoluto cuando el ángulo del sol nos traicionaba.

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Más allá de eso, y lo que más destacamos es el manejo, muy similar al de un SUV. Es que al usar la misma plataforma de Duster, y combinarla con una suspensión trasera Multilink, la Oroch se liberó de los rebotes típicos de una camioneta sin carga, haciendo que cualquier trayecto sea cómodo, especialmente para quienes pasarán largas horas a bordo de este vehículo de trabajo.

A pesar de esto, no olvidemos que es una camioneta, por lo que los virajes cerrados y las maniobras repentinas no son su fuerte.

Su motor de 2.0 litros, con 143 caballos, entrega la fuerza correcta tanto cuando se circula con carga como cuando la camioneta está vacía, a lo que contribuye su caja manual de seis marchas, que nos permite, incluso, disfrutar como si estuviéramos a bordo de un SUV.