Rolls-Royce Amethyst Droptail. Es el nombre de una nueva obra de arte de la firma británica, la segunda que se da a conocer de la serie Droptail tras develarse hace unos días la edición La Rose Noire Droptail.

Tal como ese modelo, el Amethyst Droptail es un one-off, o sea, una versión exclusiva de la que solo se construirá una unidad y que celebra la herencia cultural, el legado familiar y las pasiones personales del cliente que hizo el encargo.

Según cuenta la propia Rolls-Royce, el dueño del Amethyst Droptail es un mecenas cuyo negocio familiar ha pasado de ser una boutique de piedras preciosas a una corporación multinacional con intereses diversificados. Además, posee una colección de joyas preciosas, importantes automóviles y obras de arte contemporáneas en un museo privado.

Este importante personaje, del que se omitió el nombre, le encargó a los diseñadores de Coachbuild una expresión elegante de Droptail inspirada en la gema amatista, la piedra de nacimiento de su hijo y un símbolo duradero de pureza, claridad y resistencia.

El Rolls-Royce Amethyst Droptail fue presentado al cliente, a sus familiares y amigos en un evento privado en Gstaad, Suiza.

Una flor única

La idea del patrocinador y cocreador de Rolls-Royce Amethyst Droptail era celebrar el patrimonio cultural de su región de origen.

Ante ese requerimiento, los diseñadores de Rolls-Royce Coachbuild respondieron con un punto de inspiración que definiría el tratamiento exterior de este Droptail: la flor silvestre Globe Amaranth, que florece en el desierto cerca de la casa de uno de los clientes.

El acabado de pintura exterior bitono captura múltiples etapas del florecimiento de la flor, con un color principal púrpura suave y un delicado matiz plateado, llamado Globe Amaranth en homenaje a la flor. Dicho color está realzado con aluminio en polvo que reflejan la luz y crean un acabado iridiscente.

Una pintura de contraste de color violeta intenso, Amatista, que se utiliza en la parte superior de la carrocería del automóvil, contiene una mezcla de copos de mica rojos, azules y violetas que juntos crean un color malva único con un sutil brillo metálico.

A la luz del sol, el Rolls-Royce Amethyst Droptail también revela un suave toque de pintura malva en el interior de las llantas de 22 pulgadas, creando un contraste sutil pero elegante con la superficie de aluminio pulido espejo.

Los finos detalles

La confianza del cliente en los artesanos de Rolls-Royce para ejecutar los adornos más desafiantes se expresa en el tratamiento de la parrilla Pantheon.

El marco exterior de la parrilla y las piezas de las aletas “retorcidas” están parcialmente cepilladas y parcialmente pulidas a mano con una línea precisa que marca cada acabado, un tratamiento de superficie que nunca antes se había intentado a esta escala.

El concepto fue sugerido por el hijo del cliente, un coleccionista de alta relojería que se inspiró en las manos cepilladas de una pieza de importancia histórica de su archivo.

Lograr la perfecta uniformidad en los acabados, así como la nitidez del contraste entre los tipos de acabado, fue el resultado de más de 50 horas de trabajo colectivo.

Debajo de esta expresión de artesanía contemporánea se encuentra una intrincada entrada de aire frontal inferior. Esta pieza fue diseñada e “impresa” digitalmente en un compuesto liviano e incorpora 202 lingotes de acero inoxidable pulidos a mano, cada uno de los cuales ha sido pintado minuciosamente a mano en el tono Globe Amaranth.

La parte delantera se resuelve con una figura del Espíritu del Éxtasis rodeada de gemas redondas de amatista. El cliente solicitó el tratamiento mediante el cual se moldea y pule una piedra preciosa hasta darle una forma redondeada en lugar de facetarla, para evitar un brillo llamativo. Este sutil detalle recuerda los inicios del cliente en el negocio de las piedras preciosas.

Y si no bastase con todo lo anterior, en la pieza central del tablero se incluyó un reljo de Vacheron Constantin. Esta pieza fue hecha a mano en Ginebra y es la primera colaboración entre ambas empresas.