Llevar la rueda de repuesto es requisito indispensable para circular legalmente en un vehículo. Sin embargo, muchos de ellos llevan una quinta rueda de emergencia que resulta ser más pequeña y delgada que las cuatro que monta de fábrica el auto, y se la conoce popularmente como rueda de carretilla. ¿Por qué no es igual al resto? Simplemente porque los fabricantes ahorran espacio y peso en la carrocería, además del propio costo que supone un neumático y llanta comunes. Debido a esta naturaleza, circular con la rueda de repuesto de carretilla implica cuidados.
Lo primero que hay que decir, es que esta es una rueda únicamente de emergencia. Es decir, debe usarse por un trayecto corto, puesto que su función es la de conducirnos al taller más cercano para reparar el neumático que originó el problema.
Se aconseja no superar más de 200 kilómetros andados con esta rueda de carretilla, a lo que hay que sumar que no puede excederse de los 80 km/h en ningún caso. De no seguirse estas instrucciones, podría dañarse la rueda misma o, lo que es peor aún, componentes del vehículo que quedan expuestos a una mayor fricción y desgaste.
Al ser ruedas disímiles, durante la frenada el auto compromete su estabilidad. Además, sistemas como los frenos ABS o el control de estabilidad (si lo equipa) pueden funcionar de manera incorrecta al recibir información errónea desde esta rueda. Asimismo, la suspensión, los rodamientos o el diferencial pueden salir perjudicados.
De esta forma, ya sabes que debes mantener la cautela en todo momento si es que circulas con esta rueda de auxilio. En cualquier caso, la buena noticia es que casi en cualquier punto del país una vulcanización estará a menos de 200 kilómetros.
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